El Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) ha publicado un estudio que concluye que las tasas de ingestión de perdigones de plomo en las aves acuáticas y los niveles de contaminación de la carne de estas aves han disminuido a la mitad diez años después la prohibición del uso de la munición de plomo, aunque no se ha aplicado en los arrozales usados por los patos como zonas de alimentación, lo que mantiene focos de contaminación para las aves y su carne.