Fuente: abc.es
El magistrado del juzgado número 8 de Ponferrada (León) ha ordenado la apertura de juicio oral contra el celador de la reserva de caza de Los Ancares como presunto responsable del fuego que en 2011 arrasó con más de 300 hectáreas de superficie del enclave berciano. Alberto G. G., que fue trasladado a un puesto de trabajo alejado a 500 metros de monte por su implicación en estos hechos, está acusado de un delito de incendio forestal, con la circunstancia agravante de que ocupaba un puesto de carácter público.
Los hechos se remontan al 17 de octubre de 2011, sobre las 15.45 horas, cuando el acusado, «empleando un mechero o similar, prendió fuego en unos matorrales. Minutos después, de ese lugar salieron humo y llamas, propagándose el fuego». El incendio no quedó fue extinguido hasta el día 21, según recoge la resolución remitida hoy por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Las llamas afectaron a un total de 305,40 hectáreas, de las que 56 fueron de superficie arbolada -roble de las especies albar y rebollo-; 238,60 de vegetación consistente en brezo y carqueixa y 10,80 de escobas y pasto. La valoración total de las pérdidas ocasionadas, la estimación del impacto ambiental y los gastos de extinción ascienden a 295.775 euros, conforme a la tasación pericial, informa Ical.
La Fiscalía ratificó su petición de cinco años de prisión para el celador, a la que se han sumado la Junta de Castilla y León y la Fundación Oso Pardo. Por su parte, el colectivo Ecologistas en Acción reclama 18 años de cárcel.
