CRÓNICA
Tras darle los «buenos días», le pedí a Luismi de la Vega un café con churros, como siempre. No eran aún las siete y ya había mucho ambiente en La Posada, casi todos cazadores de menor.
Es que La Posada de Las Ventas con Peña Aguilera, Ventas para los amigos –que allí lo somos todos–, es bar y es confitería, ¡qué churros, qué mazapán, qué cortadillos, qué empiñonadas, qué pastas y sopa de almendra, qué mantecados…!
Aunque a otras horas un puchero de monte, un pincho moruno o una ración de venado no caen mal.
–¿Dónde vas hoy, Adolfo? –me preguntó Luismi.
–Tengo buen plan, voy a La Ribera Alta de cronista y a hacer fotos, siempre disfruto mucho allí, garantía de gran montería.
Tras la agradabilísima charla y degustación, partí siguiendo una de las rutas que surca la historía de nuestra montería.
Un maravilloso recorrido, muy montero
Les nombro sólo algunas de las fincas por las que pasa la ruta o están muy próximas a esta:
El Castañar de arranque, El Molinillo, La Salceda, Cabañeros, La Toledana, San Antón y El Espino, El Castaño, Santa María, Peñas Lisas, Corral de Sancho y… La Ribera de Gargantiel, La Ribera Alta para finalizar.
De Ventas a Pueblonuevo del Bullaque, Porzuna, Piedrabuena, Luciana, el puente de Retama, Saceruela y después la finca.
Disfrutar de un amanecer en este viaje es puro placer para los sentidos en un día como este soleado, neblina en los valles, rastrojos y barbechos, mientras se yerguen espléndidas las viejas cumbres ante los primeros rayos de sol.
El Guadiana deja por la mañanas que las nubes se bañen en él, vamos, que pasado el Chiquero y hasta la zona del puente de Retama había niebla, como la mayoría de las mañanas.
Niebla que dio paso a una agradabilísima mañana de finales de otoño, por mucho que al llegar a la casa de la finca el termómetro marcara -1 ºC y hubiera un atisbo de helada.
Un día ideal para montear.
La climatología había cumplido su parte, ahora era el turno de Fernando Bautista -organizador- y de Jesús Fernández-Hijicos -propiedad-.
Me acerqué a la candela y eché un ratejo y unas fotos con los otros protagonistas, los que trabajan desde dentro para que todo salga redondo en una montería de esta categoría.
Su labor es muy importante. Jesús cuida en extremo estos aspectos colaborando gente muy competente.
Es algo enriquecedor, siempre se aprende algo alrededor de estas candelas matutinas.
Sorteo, consignas
Fernando dio la bienvenida a los monteros, que disfrutaban de un espléndido desayuno, tras indicar algunos aspectos sobre seguridad, como, por ejemplo, no tirar al viso, el cupo y el óptimo estado de la mancha, cedió la palabra a Jesús.
Este comenzó diciendo que Dehesa de La Ribera «es una mancha llana, con tres regajos», por lo que incidió en la seguridad: «los puestos están colocados para que prime la seguridad. No se puede mover nadie bajo ningún concepto de donde está señalizado el puesto. Solo se utiliza un rifle…».
«La mancha está muy bien, hay caza para todos pero no hay medallas para completar todos los cupos», y terminó diciendo que «hasta que no se de la orden no se puede disparar, aunque se tenga delante un medalla de oro».
Dicho lo cual, Fernando metió en una preciosa bolsa de cuero los taquitos de cuerna de venado numerados del uno al trece y comenzó el sorteo.
Antes del «ya se puede tirar»…
Como uno sigue con sus limitaciones por el COVID, no se atrevió aún a meterse con los perros, por lo que acompañé −lo más discretamente posible– a Manuel Bautista, el padre de Fernando, que había adquirido un puesto.
También le acompañaba la novia de Fernando, Laura Ibáñez, que estaba dispuesta a grabar algún lance.
Ambos majísimos y afables, Manuel muy cazador y montero, Laura va a ser una veterinaria de categoría, le gusta y lo vive…
Manuel fue el último de los trece monteros en sortear y le quedó en suerte el puesto nueve, precioso, con hechuras para hacer bien el cupo de dos reses, a elegir entre venado, gamo y muflón, y dos cochinos.
Sin respirar, no me atrevía a moverme un pelo, miraba de reojo a la collera de gamos que habían asomado por un vallejo repentinamente, uno oro y el otro mínimo bronce, como para hacer el cupo de reses antes de soltar.
Manuel miraba de soslayo a José, el fabuloso y tranquilo secretario, que pendiente de la emisora esperaba ansioso el «ya se puede tirar»…
El cronista no pudo ni fotografiar a la fantástica collera que poco a poco traspuso sin que el montero los pudiera disparar.
El «ya se puede tirar» llegó tarde y esos dos grandes gamos no se presentaron en el plantel final.
Después del «ya se puede tirar»… ¡algarabía y alboroto!
Apenas unos segundos después de dar la orden ya comenzaron las primeras detonaciones.
Algún venado y después unos muflones pasaron muy enmontados sin dar oportunidad a Manuel de ni siquiera valorarlos.
Se soltó y el cisco que se formó fue monumental.
Un cochino de buen porte cruzó por la izquierda de Manuel precedido de su escudero, el montero lo alcanzó claramente pero continuó tras dos tiros, ¡qué duros son!
Y eso, como se comprobó posteriormente, que montero y .30-06 estuvieron acertados.
Ya largo lo alcanzó de nuevo y el cochino se echó en una junquera. El primero, y parecía un navajero majo.
Sin solución de continuidad cuatro cochinos entraron por el lado contrario a los primeros, uno de muy buen porte se paró un instante cuando barruntó al montero, un lance muy intenso culminado con acierto.
Vídeo de Laura Ibáñez del lance del segundo cochino que cazó Manuel Bautista
Laura lo grabó perfectamente.
El cochino, más grande de cuerpo que el primero, parecía que tenía menos defensas.
Tiempo para las reses.
El jabalí cazado dos veces
Prestando atención a venados, gamos y muflones, José susurra a Manuel «viene un guarro por la izquierda que es el primero que se ha levantado».
Increíble, debía de tener al menos dos impactos y llevaba más de una hora tumbado…
Lance al primer cochino cazado por Manuel Bautista cuando se levantó por segunda vez
Otro lance muy emocionante culminado por segunda vez. Perdón por lo que pudiera parecer de falta de respeto por el animal cazado, pero quedó hecho un colador.
Llegó Fernando a nuestra vera que venía con la mano de las rehalas. Confirmó lo que parecía desde el puesto respecto a las bocas, el primero un buen navajero y el segundo inferior.
Cuando pasó con los rehaleros a seguir batiendo, arrancó una pelota de reses con un venado muy bonito, difícil de abatir, Manuel se quedó trasero en el primero, corrigiendo y acertando al segundo.
Sin tiempo ni a recargar, un muflón con la medalla colgada al cuello, seguía los pasos del cervuno, muy complicado, pero había que intentarlo, le faltó un milímetro, lástima.
Entró algún cochino más, ninguno más grande de los que habían completado el cupo.
Lance al segundo venado cazado por Manuel Bautista
Otra pelota de reses rompía desde donde entró el segundo jabalí cazado, José susurró otra vez, «el último venado no está mal», otro lance bien concluido y grabado por Laura.
Cupo hecho.
Vídeo de Laura Ibáñez del lance del segundo venado que cazó Manuel Bautista
Lógicamente ya no había tanto trajín, los cupos se iban completando, pero el puesto nueve, el de Manuel Bautista, puede servir perfectamente de ejemplo de los que fueron los otros doce.
Oportunidades fotográficas entonces, entre ellas a uno de los fuertes de La Ribera Alta, la amplísima variedad ornitológica, como el colirrojo tizón o el petirrojo.
Un último navajero cruzó el tiradero del nueve como una exhalación, este se quedó para padrear.
«La montería ha terminado»
Cantaron las emisoras el «la montería ha terminado». Rifles enfundados, a marcar lo cobrado.
Efectivamente, el primer cochino era un navajero muy bonito, de magnífica boca, y el otro, más grande de cuerpo, tenía menos boca, pero engañaba, porque al abrirle esta no tenía malas defensas, al revés.
El primer venado con doce puntas, bonito y recojidito, las mismas que el segundo, con mucha fuerza abajo, en las rosetas, y largas luchaderas, contras y candiles.
¡Monteros hubo que completaron la mayoría de su cupo con trofeos medalla!
Magnífico plantel
Mientras se saboreaba el excelente almuerzo, los equipos de la finca y de la organización, trabajaban a destajo para preparar el plantel en el ya mítico patio de La Ribera Alta.
La Ribera Alta ha sido una de las fincas más galardonadas, con todo merecimiento, en los Premios Caracola.
Mientras se completaba el plantel aproveché para charlar con Jesús, trabajador incansable y gestor formidable, y con Ana, igualmente incansable es la cordialidad hecha persona.
La soleada tarde de finales de otoño, resultaba ideal para escuchar a un hombre forjado a sí mismo a base de talento y esfuerzo, en su propia casa, donde a mí me tratan como si fuera la mía propia. ¡Qué agradable!
Así, sin darnos cuenta, muy pronto y con mucha luz estaba el plantel conformado.
Los jabalíes se fueron hasta treinta y seis, con la sorpresa agradable de la calidad, no se esperaba que fuera tan alta, de los dieciocho navajeros la cinta métrica y el calibre de Taxidermia Porras arrojó cuatro oros, tres platas y cuatro bronces.
Las reses sí se ajustaron más a lo esperado, y se esperaba mucha calidad, de los once venados hubo un oro y tres bronces.
Aunque los mejores gamos escaparon de la quema, de los tres cobrados hubo dos bronces, y al otro porque le faltaba una cuerna.
Los diez muflones cobrados, por su parte, dieron dos platas y cuatro bronces.
Dar la enhorabuena y las gracias a Fernando, a Manuel y a Laura, y, cómo no, a Jesús y a Ana, por otra montería formidable en La Ribera Alta, y van… y por permitirme acompañarles y tratarme tan bien.
Muchos días como este, ¿dónde hay que firmar?
Una crónica de Adolfo Sanz Rueda
Fotografías de Adolfo Sanz y Fernando Bautista. Vídeos: Laura Ibáñez
RECORRIDO DE FERNANDO BAUTISTA CON LAS REHALAS
CUPO DE MANUEL BAUTISTA
DESDE EL PUESTO Nº 9
DETALLES DE TROFEOS Y PLANTEL
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Aprovechamiento Cinegético Fernando Bautista
Fecha: 6 de diciembre de 2021
Finca: La Ribera Alta / Mancha: Dehesa de La Ribera / Finca cerrada
Término: Almadén, Ciudad Real
Puestos: 13 / Rehalas: 2
Cupo: 2 reses a elegir entre venado, gamo o muflón y 2 jabalíes
Venados: 11 (1 oro y 3 bronces)
Jabalíes: 36 (18 navajeros con 4 oros, 3 platas y 4 bronces)
Gamos: 3 (2 bronces)
Muflones: 10 (2 platas y 4 bronces)