San Huberto, príncipe, obispo, eremita, santo y patrón de los cazadores, festeja su festividad el día 3 de noviembre, aniversario de su canonización.
Nacido en Aquitania en el 655, a los doce años de edad, durante el transcurso de una cacería salvó a su padre, el noble duque Beltrán, de las garras de un oso encomendándose al Todopoderoso y gracias a un certero hachazo.