Por tercer año consecutivo y ya de forma estable y consolidada, se celebraba la III edición de la feria de Caza y Ocio de Campillo de Altobuey, con un escenario idóneo y una temperatura especial para su celebración.
La organización corría a cargo del Excelentísimo Ayuntamiento y de la Sociedad de Cazadores del municipio, y gracias a un grupo de personas que trabaja de forma voluntaria para que el evento del año en Campillo de Altobuey siga siendo un éxito año tras año.
Había motivo para tomar esta tercera feria como referente nacional y en la inauguración pudimos ver a grandes personalidades de primer nivel en el mundo de la caza, como Agustín Rabadán y Ángel López, presidentes de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha y de la Real Federación Española de Caza, respectivamente, además de Joaquín Cuadrado, delegado de Agricultura y Medio Ambiente de Cuenca, el presidente de Jóvenes por la Caza y representantes de Mujeres por la Caza, así como diferentes medios de comunicación.
Contábamos con actividades de otros años, como las exposiciones y exhibiciones con podencos, con especial protagonismo de los ibicencos, dándose cita los mejores perros de España, aunque el podenco andaluz y los perros de muestra también tendrían su papel relevante en las diferentes exhibiciones, así como las rehalas, que ocupaban jaulas de forma masiva, venidas de toda la geografía española.
También hubo carreras de galgos camperos, concurso de toque de caracola, foto familiar de rehalas, concursos monográficos, además de la aportación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que deleitó al público con una exhibición de la Unidad Canina de Detección de Veneno.
Desde la organización de la feria en esta edición se creyó conveniente que girara en torno a la mujer, la que caza, la que acompaña, para homenajear su importante papel en el mundo rural, contando con la colaboración del grupo Mujeres por la Caza.
En el recinto de la feria se ofrecía una amplia zona recreativa infantil con monitores para que los padres pudieran disfrutar de la jornada, servicio de bar y restaurante para los visitantes y un importante mercadillo cinegético de productos y servicios relacionados con el sector. Así mismo tuvimos un gran cantante cinegético, Manuel Picón, amenizando los dos días de la feria.
También desde la organización se quiso tener una iniciativa solidaria con la recogida de alimentos no perecederos, que serán entregados a los Servicios Sociales de Campillo de Altobuey, y que lograron más de un centenar de kilos de alimentos.
Desde la organización se quiere dar las gracias a todos los participantes, patrocinadores, colaboradores y visitantes, a toda la gente que ha puesto su granito de arena en un pequeño pueblo de unos mil cuatrocientos habitantes y que ha sido visitado por más de seis mil personas procedentes de varios puntos de España, para que Campillo de Altobuey sea referente en el sector cinegético.
Por Miguel Ángel Arnau