EL MUFLÓN, O CÓMO SE LLEGA A ODIAR A UNA JOYA DE LA SUPERVIVENCIA ANIMAL POR SER GESTIONADA POR LOS CAZADORES
Otro ejemplo más de cómo las posiciones anticaza llegan a extremos de perjudicar el medio ambiente es el del muflón. También es un ejemplo claro de rendición incondicional del sector cinegético ante los planteamientos anticaza.
A día de hoy prácticamente todos estarán de acuerdo en que el muflón es una especie alóctona, porque la trajeron de Córcega y Cerdeña hace no más de 70 años.
Ya voy teniendo años y estoy acostumbrado a no inmutarme por lo odios que concilio entre muchos por no callarme nada y por decir las cosas de forma directa y sin rodeos, sin darme miedo a contradecir mantras indiscutidos. Esta vez no será una excepción.
No es la única especie que pasa por este martirio de acusaciones interesadas y falsas de foraneidad, porque comparte suerte con el gamo. No obstante, dado que existe un magnífico trabajo al respecto de don Rafael Serrano Vicente, El gamo, ¿autóctono o foráneo?, publicado en Trofeo, que también recojo en el trabajo que estoy elaborando, me limitaré en este caso al muflón.
Alguno dirá que si estoy loco, porque todos dan por hecho que es indiscutible que el muflón viene de Córcega y Cerdeña y que fue introducido en los años 50 del siglo XX. Eso es cierto, pero, ¿introducido o reintroducido?
Me explico con un ejemplo: si dentro de muchos años se encontraran bucardos en Cerdeña y los reintrodujéramos en Los Pirineos, ¿estaríamos introduciendo una especie alóctona o reintroduciendo una especie autóctona extinguida? ¿Y con el bisonte europeo, con el que se está haciendo intentos de reintroducción sin atender a que el ibérico fuera una subespecie del centroeuropeo? ¿Y con el oso, del que han traído y siguen trayendo muchos ejemplares de Rumanía para repoblarlo?
El planteamiento de la reintroducción de especies extinguidas era algo impensable hasta hace poco. Hoy no lo es. Prueba de ello es que fue lo que motivó la introducción del actual artículo 55 de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en su modificación de 2015 a través del apartado 39 de la Ley 33/2015.
Transcribimos a dicho artículo a efectos informativos, que no con el ánimo de que deba ser estudiado exhaustivamente.
Artículo 55 Reintroducción de especies silvestres autóctonas extinguidas
- Las Administraciones públicas promoverán la reintroducción de las especies de la fauna y flora silvestres autóctonas extinguidas, incluyendo aquéllas desaparecidas de todo el medio natural español en tiempos históricos, sobre las que existan referencias escritas fidedignas, y de las que aún existan poblaciones en otros lugares o en cautividad, especialmente cuando estas reintroducciones contribuyan al restablecimiento del estado de conservación favorable de especies o hábitats de interés comunitario.
La Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad elevará, antes del 31 de diciembre de 2017, a la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, previa consulta al Consejo Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad y, en su caso, al comité científico del Listado y Catálogo Español de Especies Amenazadas, un Listado de especies extinguidas en todo el medio natural español. Dicho Listado será publicado en el ‘Boletín Oficial del Estado’. No podrán autorizarse proyectos de reintroducción de especies no presentes en estado silvestre en el territorio español, que no estén incluidas en el citado listado.
- Cualquier Administración pública, o cualquier persona física o jurídica de derecho privado podrá solicitar a la Dirección General competente en medio natural del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la iniciación del procedimiento de inclusión de una especie en este Listado, acompañando a la correspondiente solicitud, una argumentación científica justificativa de su carácter autóctono y de su presencia estable en estado silvestre en el territorio español de forma previa a su extinción.
- Los proyectos de reintroducción de especies silvestres autóctonas extinguidas podrán ser ejecutados por las Administraciones públicas, o por cualquier persona física o jurídica de derecho privado, previo informe favorable al proyecto emitido por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y la autorización preceptiva de la Administración General del Estado o de la comunidad autónoma, en sus respectivos ámbitos competenciales, teniendo en cuenta las condiciones técnicas establecidas en las directrices técnicas sobre la materia aprobadas por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, y tras contar con una adecuada participación y audiencia públicas en los términos de la Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente.
- En el caso de la reintroducción de especies silvestres autóctonas extinguidas del medio natural español, incluidas en el Listado previsto en el apartado 1, o aún presentes en España en estado silvestre pero extinguidas en un determinado ámbito territorial y que sean susceptibles de extenderse por otra u otras comunidades autónomas en las que la especie objetivo no está presente en la actualidad, deberá elaborarse un proyecto de reintroducción, que deberá recibir el informe favorable de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y en todo caso, autorización preceptiva de la Administración General del Estado o de la comunidad autónoma, en sus respectivos ámbitos competenciales.
En el caso de proyectos de reintroducción de especies silvestres autóctonas extinguidas aún presentes en España en estado silvestre pero extinguidas en un determinado ámbito territorial y que no sean susceptibles de extenderse por otra u otras comunidades autónomas en las que la especie objetivo no está presente en la actualidad, los proyectos únicamente deberán comunicarse, para conocimiento, a la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, debiendo contar en todo caso con autorización preceptiva de la Administración General del Estado o de la comunidad autónoma, en sus respectivos ámbitos competenciales.
- Se podrá contemplar la realización de reintroducciones experimentales de especies silvestres autóctonas extinguidas que no sean esenciales para la conservación de tal especie, para comprobar que dicha especie reintroducida se integra en el ecosistema y queda demostrada su compatibilidad con las especies silvestres presentes y las actividades humanas existentes en la zona. Si no se produjera dicha integración, y previa justificación suficientemente documentada y comunicación a la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, las poblaciones experimentales no esenciales podrán ser parciales o totalmente retiradas o eliminadas del medio natural.
- En el supuesto de reintroducciones ilegales, la Administración General del Estado y las comunidades autónomas, en el marco de sus competencias, impulsarán las acciones necesarias para revertir la situación a la existente con anterioridad a la de la reintroducción ilegal, con la erradicación de los ejemplares liberados y sus descendientes.
La cuestión entonces es determinar si el muflón es reintroducción de especie autóctona o introducción de especie alóctona.
Teoría de la administración y los anticaza
Intentaré hacer un resumen de cómo está la situación. Los anticaza, es decir, los ecologistas y su Administración mamporrera, mantienen lo siguiente: el muflón viene de las precitadas islas mediterráneas. Pero, ¿cómo llegó allí? Porque hasta al más tonto le escama que haya una especie tan singular en dos concretas islas del Mediterráneo y no lo haya en el resto del litoral de ese mar.
Pues bien, los anticaza dicen que, o bien fue llevado allí durante el Neolítico desde Asia Menor, o es el producto del asilvestramiento de especies ovinas llevadas a esas islas desde Asía Menor durante el Neolítico.
Cualquier cosa con tal de defender que es alóctono de la península Ibérica, aunque ya es imaginación pensar que en esa época Córcega y Cerdeña tenían un tráfico marítimo de semejante entidad. Para dar coherencia a tal situación mantienen que las ovejas, todas las ovejas, proceden de la domesticación que se hizo del muflón asiático durante el 10000-7000 aC en Asia Menor. Esto lo dicen porque tienen que negar necesariamente que hubiera ovinos silvestres en nuestra piel de toro que hubieran sido domesticados y que hubieran dado lugar a los grandes rebaños de ovejas que ya conocieron los fenicios en el reino de Tartessos.
Teoría de este informe
No soy el único que defiende lo que ahora se expone. Así, me consta porque, ya prácticamente finalizado este estudio, varios amigos y conocidos comunes me han confirmado que Jorge Cassinello Roldán, quien dirigió el IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de Castilla-La Mancha) entre 2011 y 2015 también defiende lo mismo, pese a que no he sido capaz de encontrar algún informe suyo. No puedo asegurar si ello ha sido debido a mi incapacidad para dar con ello o por tratarse (como era mi caso hasta el momento de redactar este estudio) de una posición no trasladada por escrito. Sin duda la caza adolece del defecto de no trasladar a escritos sistemáticos la infinidad de conocimientos y experiencias que atesoran quienes la defienden.
En cualquier caso, sabiendo (por referencias) que el señor Cassinello defiende también que el muflón es autóctono, debo señalar que no conozco cuales son los argumentos que él utiliza, por lo que, en el caso de coincidir, me excuso por no poder anunciar en cada momento nuestra coincidencia o divergencia en ellos.
Se da la circunstancia de que Córcega y Cerdeña se separaron del resto del continente que luego fue Europa durante el Neógeno (en concreto entre el final de Eoceno y Mioceno temprano). Se da la circunstancia de que en el Neógeno, la fauna, la flora eran prácticamente como en la época actual.
Igualmente se da la circunstancia de que existe acuerdo general en que la oveja doméstica procede de la domesticación del muflón, y que esta se realizó en Asia Menor (actual Turquía), según acabo de exponer.
Es decir, que óvidos salvajes (muflones) existían (tuvieron que existir) en el entorno del Mediterráneo.
Si estos óvidos salvajes / muflones, no sólo existían en Turquía sino también en Córcega y Cerdeña, ello implicaría que esa misma especie tenía una distribución generalizada por todo el Mediterráneo.
Como señalaba antes, los anticaza han intentado atajar esto argumentando en base a la teoría no probada, de que esos muflones debieron ser llevados durante el Neolítico a esas islas. La pregunta que surge de inmediato es: ¿por qué sólo a esas islas?
Evidentemente, la teoría de que el muflón estuvo extendido por el Mediterráneo o, al menos, por parte de él, contradiría la original de que se trata de especies endémicas de Córcega y Cerdeña. Al tiempo la teoría del endemismo insular choca de plano con la evidencia de que las ovejas domésticas han de provenir de un óvido salvaje, siendo ya indiscutido que esa domesticación se dio por primera vez en Asia Menor entre el 10000 y el 7000 aC.
Vemos de esta forma que la teoría que ha mantenido aislado el muflón como especie alóctona se va desmoronando. Lo curioso es que la aportación de los datos para desmontarla no haya sido desde el mundo cinegético, sino del de la ganadería.
No obstante, que esa domesticación se produjera por primera vez en Asia Menor y entre esas fechas, no es óbice para que se produjera a su vez, o en momento algo posterior, en otras zonas, sin necesidad de que se debiera a contacto humano entre ambas zonas.
No otra cosa ocurrió con la domesticación del caballo en la península Ibérica, puesto que, si bien nadie discute que su domesticación se produjo por primera vez alrededor del 5000 aC en las estepas ucranianas y de Kazajistán, tampoco nadie pone ya en duda que varios milenios después se produjo de forma independiente y autónoma en nuestra península, es decir, sin deberse a relaciones humanas entre los pioneros en la domesticación caballar y los habitantes de la península Ibérica. No parece que otra cosa haya ocurrido con la domesticación de la oveja en nuestra particular geografía.
A parte de los anteriores argumentos, los anticaza quieren olvidar que existen numerosos estudios que prueban la existencia de óvidos en toda la península Ibérica desde antes del 5000 aC puesto que se han hallado numerosos restos de sus huesos al determinar la alimentación del hombre ibérico en aquellas fechas.
Tales estudios no determinan si esos óvidos procedían de la caza o del pastoreo, pero ello es indiferente a efectos de este estudio, porque lo determinante es:
1º) Existían óvidos en la península Ibérica en esas fechas.
2º) Dichos óvidos, que se encuentran de forma generalizada en prácticamente todos los yacimiento pertenecientes a esas fechas, no podían proceder de contactos humanos generalizados fuera de la Península, porque no los hubo.
3º) Si se tratara de óvidos salvajes estaría claro que se trata del muflón.
4º) Si se tratara de óvidos domésticos ello implicaría que en época aún anterior se habría producido la domesticación de su pariente salvaje, que sólo puede ser el muflón.
Cito sólo algunos de los trabajos arqueológicos que he encontrado en una nada difícil búsqueda en la red:
- Caza y Domesticación durante el Neolítico y Edad de los Metales en el País Vasco. Koro Mariezkurrena (1990).
- El ganado ovino en la historia de España. José Jerónimo Estévez.
- http://www.oviespana.com/informacion-de-ovino/servicio-diario-de-noticias/noticias/el-cita-realizara-estudios-geneticos-en-restos-oseos-de-ganado-ovino-neolitico
- Origen prehistórico de la dehesa en Extremadura: Una perspectiva paleoambiental. Varios autores.
- El neolítico inicial en el País Vasco meridional. Datos recientes. Javier Fernández Eraso.
- Estudio arqueozoológico de los macromamíferos del neolítico de la cueva de Chaves (Huesca). Pedro Castaños Ugarte.
- LINK III Congreso del Neolítico en la Península Ibérica: https://books.google.es/books?id=hgOuJooRC2oC&pg=PA55&lpg=PA55&dq=ganado+ovino+neol%C3%ADtico&source=bl&ots=A0I3GmvJ5i&sig=UzZg1m7UWpaXc7NwCLO2oUABvio&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiDwNLBwNfOAhUFPBQKHXeNDK0Q6AEIVTAM#v=onepage&q=ganado%20ovino%20neol%C3%ADtico&f=false
Los anticaza dirán que eso no cambia nada, porque las ovejas habrían llegado desde Asia Menor en esas fechas tan remotas, pero se olvidan de que no hubo ni una sola transferencia humana entre Asia Menor y la península Ibérica en esas fechas.
Sobre los íberos todavía se discute cuando llegaron y de donde, pero la mayoría de los autores consideran que, o bien son el desarrollo de la población neolítica autóctona de la península ibérica, o llegaron desde la propia Europa entre el II y I milenio aC (es decir, después de los restos a los que nos acabamos de referir), o son el resultado de la mezcla de los ibéricos neolíticos autóctonos con los íberos llegados ya en la edad de los metales.
Y si en el 4000 aC ya había ovejas y estas no pudieron llegar desde la actual Turquía en esas fechas, ¿de dónde llegaron? Pues es fácil deducirlo: de la domesticación de los óvidos salvajes que hubiera, que serían exactos al muflón o con la misma diferencia genética que puede haber entre un sarrio y un rebeco, o entre una cabra montesa de Gredos y un bucardo, o entre el bisonte ibérico y el polaco que ahora se intenta reintroducir; es decir, lo mismo.
Habrá quien diga que rompo con todo lo anterior. Bueno, ¿y qué? Por suerte o desgracia hay muchos ejemplos de teorías históricas que han tenido que ser rectificadas; por ejemplo el origen norteafricano de los íberos.
Por otra parte, ¿es lógico pensar que, compartiendo con Asia Menor tal cantidad de animales salvajes, sea precisamente el carnero salvaje la excepción? Compartimos el toro, el jabalí, el caballo, la cabra, el conejo, el zorro, el lobo, el ciervo… ¿Y es precisamente el carnero salvaje el único que falta en la lista?
El caso del muflón es como la del tarpán o el caballo prewalsky, joyas biológicas de la supervivencia, las dos únicas razas de caballos primitivos que se conservaban hasta hace poco. El tarpán se extinguió a finales del XIX y lo que nos queda es una recreación a partir de caballos que se le parecen y el prewalsky está bajo mínimos poblacionales.
El muflón goza de excelente salud, ha sido reintroducido en buena parte de sus territorios originales y su único problema son los ecologistas y su Administración mamporrera, que quieren eliminarle de España. De locos, ¿o no?
Es seguro que en la reintroducción del muflón no existía la conciencia ni la intención de reintroducir una especie autóctona extinguida, pero las intenciones no determinan las realidades físicas o biológicas. Lo que deberíamos hacer es congratularnos por el resultado, así como tomar nota del éxito, preguntándonos por qué las reintroducciones que se hacen de espaldas y contra la caza no tienen el mismo éxito.
Lo malo es que en la actual normativo el muflón está clasificado como alóctono. Soy consciente de que las normas no se derogan o modifican por artículos como este, pero espero que éste sólo sea el primer eslabón de una cadena de reclamación que me parece irrenunciable. (Continuará).
Un artículo de Antonio Conde Bajén
Fotografías: Adolfo Sanz Rueda, excepto la que se indica