Este 17 de diciembre de 2020, el arte musical de las trompas de caza ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Ha sido incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en la XXV sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural.
Un paso más al reconocimiento dede la cultura cinegética
Este reconocimiento es el resultado de un proceso emprendido por la Federación Internacional de ‘Trompes’ Franceses (FITF) en 2013, y la creación en 2016 de un expediente de solicitud internacional entre Bélgica, Luxemburgo, Italia y Francia.
Aunque una gran variedad de trompas se utilizaron mucho antes de esta fecha, la tradición de hacer sonar la trompa (o cuerno) encuentra sus inicios en Francia a finales del siglo XVII y generalmente se asocia con la práctica de la caza con perros durante el siglo XVIII.
Común en la caza con sabuesos y la caza en general
El toque de las trompas se relaciona con muchas actividades de caza y se usa a menudo al final de una cacería para celebrar y honrar la jornada.
Sin embargo, hoy en día las trompas no siempre están relacionado con la actividad cinegética, ya que muchos grupos musicales no participan en la caza, aunque se ha mantenido el uniforme tradicional.
Otro ejemplo de actividad cinegética reconocida como Patromonio Cultural Inmaterial de la UNESCO es la cetrería.
La lista de prácticas reconocidas como patrimonio cultural inmaterial se divide en cinco dominios principales:
Tradiciones orales, artes escénicas, prácticas y rituales sociales, prácticas relacionadas con la naturaleza y el universo, y artesanía tradicional.
Una práctica extendida también en otros países europeos
Aunque fue reconocida para Bélgica, Luxemburgo, Italia y Francia, tocar trompas de caza es una práctica muy extendida en Europa, ya que también se practica en muchos otros países como Alemania, Austria, República Checa o Eslovaquia.