El pasado sábado la Asociación de Cazadores Santa Ana de Pravia, Asturias, celebraba una batida de jabalí en los terrenos de la zona del Bajo Nalón.
Terrenos que gestiona la Administración regional al ser Refugio de Caza y donde las dinámicas poblacionales de jabalí están disparadas, lo que supone un problema para los agricultores de la zona.
El presidente de la Asociación, Manuel Ángel Kely, asesorado por gente de su confianza, decidió que en esta ocasión la carne de los jabalíes abatidos se donaría a la Cocina Económica de Oviedo y el importe recaudado por las tarjetas de caza a Caritas de Pravia.
En total se donaron 250 kilos de carne de jabalí y el importe del talón de las tarjetas ascendió a mil euros.
Una iniciativa digna de elogio
La Asociación, de poco más de 100 miembros y tres cuadrillas de jabalí, hace un esfuerzo importante pues las Asociaciones de Cazadores asturianas no viven su mejor momento económico, ya que cada vez tienen menos socios y una fuente de ingresos como era la venta de recechos de corzo ha disminuido notablemente.
Por todo ello, esta iniciativa es más que elogiable, una vez más deja claro que la gestión cinegética es la solución y nunca el problema.