La Fundación Artemisan considera muy positiva la decisión del Congreso de los Diputados de modificar la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad para permitir la gestión de poblaciones algunas especies consideradas exóticas invasoras y que hasta el momento estaban condenadas al exterminio tras una sentencia del Supremo que daba la razón a una denuncia de grupos ecologistas.
Es el caso del arruí, la trucha arco iris, la carpa común y el cangrejo rojo, que a partir de ahora serán consideradas especies exóticas invasoras naturalizadas, una denominación que incluye a especies que fueron introducidas sin prohibición previa expresa, en los que no está demostrado que causen perjuicios ecológicos y que tienen un interés económico.
En lo que se refiere al arruí, el Congreso apoya la tesis defendida en los últimos meses por la Fundación Artemisan y que estaba respaldada por numerosos estudios y evidencias científicas, el más reciente el estudio llevado a cabo por el investigador Jorge Cassinello para la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). También se había pronunciado en el mismo sentido Alfonso San Miguel, doctor ingeniero de Montes y catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid. El estudio de Cassinello destacaba recientemente que la inclusión de esta especie en el catálogo de especies exóticas invasoras se explicaba únicamente por un error de interpretación del legislador y dejaba claro que no existe a día de hoy ningún dato científico que determine sus efectos perjudiciales en el sureste peninsular.
A esto se sumaba que la erradicación del arruí de Sierra Espuña y, por tanto, de España suponía que nuestro país habría dejado de ser un reservorio para que la especie consiga huir de su extinción, ya que en África los arruís se encuentran en claro declive, las poblaciones están en clara regresión y en peligro real de desaparición.
La decisión aprobada por el Congreso de los Diputados resuelve esta situación a falta de que en el Senado se corrija de manera urgente la situación en la que ha quedado la trucha arco iris por un error en la votación.
Esta decisión es muy importante para el sector de la caza y también para el de la pesca, puesto que la regulación actual amenazaba seriamente la viabilidad de la pesca deportiva.
La Fundación Artemisan destaca el gran trabajo realizado en esta materia en los últimos dos años por la Plataforma en Defensa de la Pesca, que junto al trabajo científico y las diferentes movilizaciones llevadas a cabo por los colectivos de la caza y la pesca han posibilitado que se alcance este resultado final.