La Agencia de Gestión del Territorio (Bureau of Land Management, BLM), perteneciente al Departamento de Interior de Estados Unidos, está planteándose limitar el número de guías de caza en las tierras que están bajo su dirección en Alaska. El motivo no es otro que los conflictos derivados del exceso de guías de caza en esta zona.
La Agencia está llevando a cabo un «estudio sobre la capacidad de guías de caza» y solicitando la colaboración de ineresados para averiguar dónde pueden estar dándose problemas, de acuerdo con Bill Overbaugh, un organizador de actividades al aire libre para el BLM en Anchorage.
«Nos consta que ha habido problemas de exceso de guías de caza y otro tipo de conflictos de los clientes con los guías», señala Overbaugh. «Existe una competición entre guías y transportistas, quienes llevan a los cazadores donde se encuentran los caribúes o los alces. Hay campamentos que se colocan demasiado cercanos unos de otros», añade.
El BLM controla aproximadamente unos 30 millones de hectáreas de los alrededor de 130 millones de hectáreas que tiene Alaska, y es el único propietario federal en Alaska que aún no limita el número de guías en su territorio. Otros organismos federales como el Servicio de Parques Nacionales, el Servicio de Caza y Pesca y el Servicio Forestal de Estados Unidos regulan desde 1990 la cantidad de guías de caza que puede haber en los territorios que controlan, señala Overbaugh.
Así, BLM está trabajando conjuntamente con el Departamento de Recursos Naturales del estado de Alaska, que también está elaborando un sistema regulatorio de los guías en las tierras propiedad del estado. Alaska lleva desde 2009 dedicado a la confección de un programa de concesión de guías, pero aún no ha dado a conocer el aspecto final de esta iniciativa. Clark Cox, gestor de recursos naturales con el Departamento de Alaska, asegura que aún pasarán dos años antes de que vea la luz un nueva regulación.
Por el momento, el BLM ha contactado con unos 1.800 guías con licencia de Alaska para solicitar ideas y propuestas, y también se ha pedido la colaboración de grupos nativos y consejos tribales de pueblos rurales. El BLM recogerá opiniones para su estudio hasta el próximo 9 de septiembre. espués, el BLM tiene previsto publicar un borrador de la normativa en febrero, así como organizar encuentros públicos para recabar opiniones sobre el mismo.