Los osos, visitantes poco frecuentes de localidades pobladas en la región siberiana de Tomsk, rompieron este otoño ese patrón, ganándose fama de “gamberros” entre la población local, informa el diario digital RIA Novosti.
“Que yo recuerde, hasta este año no se habían emitido permisos para la caza (obligatoria) de osos en septiembre. Llevo trabajando más de 20 años y siempre los osos salían antes del 20 de agosto y luego, cuando comenzaba la temporada de caza, se alejaban de las localidades y no hacían ninguna gamberrada”, dijo Konstantín Osadchi, jefe del Comité de Protección de Animales en la región de Tomsk.
El experto dijo que él y sus colegas intentan analizar ahora los motivos que pudieron provocar este cambio brusco en el comportamiento de los osos. “Será que ven en algún lugar ganado no vigilado y deciden aprovechar la ocasión”, supuso.
Por otra parte, Mijaíl Arjípov, de la Sociedad de Cazadores y Pescadores de Tomsk, apunta al aumento en 9% de la población de osos en Tomsk como la causa principal de sus sonadas incursiones en las localidades. “Tomsk tiene frontera con la región de Novosibirsk, un territorio de llanuras. El oso no vive en la llanura. Por eso no tiene donde irse. Además, cuando en el bosque hay un incendio, los animales huyen en desbandada. Los osos que llegaron a Tomsk por los incendios del verano arribaron a territorios que ya estaban ocupados por plantígrados locales”, explicó. Arjípov cree que las autoridades deben ponerse a regular la población de los osos emitiendo licencias gratuitas para su caza.
Según RIA Novosti, la primera “gamberrada” de osos este otoño se dio en la localidad de Beli Yar, en Tomsk, donde un oso fijó su residencia en un cementerio local, bloqueando el acceso de los habitantes al camposanto. Los lugareños intentaron varias veces ahuyentar al animal con un fuerte ruido, pero luego se vieron obligados a pedir ayuda a los cazadores.
A mediados de septiembre, los osos volvieron a dar la nota al salir de “paseo” por tres explotaciones petroleras de la región. En uno de los casos, los huéspedes inesperados eran una osa con su osezno. Todos los animales abandonaron los lugares de incursión por cuenta propia.
Recompensa por la captura de osos
Por otra parte, esta semana se dio a conocer que las autoridades de la ciudad rusa de Kedrovi, en la provincia siberiana de Tomsk, ofrecieron una recompensa de 5.000 rublos (unos 110 euros) por la cabeza de un oso que había destrozado varias casas de campo en la zona, según informó un portavoz del Comité de Protección de la Fauna en la localidad.
Según la fuente, las causas del comportamiento del plantígrado enfurecido se desconocen, pues cerca de las casas de campo que le llaman tanto la atención hay un gran territorio boscoso donde puede encontrar sustento. “El problema es que ataca desde diferentes posiciones. Los cazadores le tienden una trampa en un sitio y el oso aparece en otro. Será difícil dar con él”, opinó.
Anteriormente se comunicó que la población de los plantígrados en Tomsk aumentó este año un 9% y para proteger a los ciudadanos las autoridades expedirán cerca de 500 licencias para la caza de este animal. Al mismo tiempo, se supo que tres de los cuatro osos abatidos recientemente en el Territorio de Primorie, en el Lejano Oriente de Rusia, eran domesticados.
Las incursiones de los animales en núcleos poblados en busca de comida hicieron saltar la alarma entre los lugareños y las fuerzas del orden decidieron abatirlos, objetivo que, en algunos casos, lograron solo después de días de persecución.
El interés que suscita el tema hizo aumentar cinco veces el número de avisos sobre “paseos” de osos por localidades de Primorie en comparación con los datos del año anterior. Según la delegación rusa del WWF, “unos piden compasión y otros claman venganza por los daños recibidos”.
Foto: RIA Novosti. I. Nechaev