Los últimos días de febrero marcan el final de una temporada cinegética. Apenas quedan algunas bellotas en los sitios menos transitados del monte que buscan los finos olfatos de los grandes jabalíes. Dehesas y tierras de labor han cambiado su manto de color pardo arenoso por la alfombra verde y tupida de tréboles, avenas, bezas y trigales. En el recuerdo quedan los secos meses del verano en los que parecía que nunca llegarían las aguas que saciarían a encinas, alcornoques, robles y quejigos. El correr de aguas cristalinas en arroyos y torrenteras es la música de fondo cuando paseamos por las 4.000 hectáreas de Ribera Alta.
Estamos a las puertas del mes de mayo, mes de abundancia, mes de parideras, mes de valoración de las nuevas cuernas de ciervos y gamos, mes de explosión de vida. Es en primavera cuando hacemos un balance aproximado de los cuatro puntos fundamentales en la gestión de la finca que nos definirán y serán determinantes en los resultados finales, como cosechas, evolución de la cabaña cinegética y estado futuro del monte.
Densidad por especies, calidad de trofeos y edades
Aunque conviven perfectamente, en los terrenos de la finca Ribera Alta ciervos, corzos, gamos, muflones, jabalíes y machos monteses no comparten las mismas zonas de campeo ni se alimentan de igual forma. Unos pueden desplazar a otros, bien por especie o por edad, y por eso es importante la observación en el movimiento de los animales y las especies.
Una población excesiva de jabalíes o zorros, en las zonas de paridera de reses, tendrá un resultado dramático, cobrándose un alto porcentaje de crías, los gabatos, que en sus primeros días de vida, son presa fácil de unos y otros debido a su inmovilidad.
Las hembras gestantes necesitan espacios determinados en el monte para parir sus crías; al tiempo, ciervos y gamos, con su cuerna en periodo de crecimiento, se sienten indefensos y también necesitan zonas tranquilas y poco transitadas. Es el mes de mayor disgregación y aislamiento de animales.
En este periodo hacemos un seguimiento al crecimiento de las cuernas de los futuros trofeos, y sólo los machos que tengan una excelente estructura corporal y unas robustas cuernas desde varetos serán candidatos a ampliar la cabaña cinegética, de esta forma, vamos mejorando año tras año las puntuaciones de los trofeos obtenidos en las monterías.
Basándonos en datos finales de conteos y calidad de los mismos, programamos la cantidad de animales a reducir, bien en monterías, bien en capturas en vivo, para seguir manteniendo un equilibrio ecológico de la forma más natural posible.
Potencial vegetativo de pastos y carga de bellotas en árbol
Como principio biológico y nutricional, nuestras reses y jabalíes se alimentan de forma variada y equilibrada, tanto en las verdes dehesas como en el apretado monte, necesitando los dos ecosistemas para poder desarrollarse en máxima plenitud.
Ramonear en el monte plantas específicas como brezos, romeros, madroños, jarales, etcétera, y al tiempo comer a diente los ricos prados forrajeros de bezas, avenas y cebadas, nos hacen conseguir un óptimo crecimiento de reses y jabalíes, totalmente salvajes y libres de parásitos.
Esa entrada masiva de animales a las dehesas de forma continuada y hasta el mes de agosto, nos aporta de forma adicional un abonado orgánico al suelo, mejorando su oxigenado y fertilidad, al tiempo que la combinación del pataleo de las siembras por las reses y el hozado del suelo por los jabalíes nos hace tener un alto porcentaje de semillas enterradas en suelo para las próximas germinaciones.
Vamos viendo, también, como van cuajando sus brotes encinas y alcornoques de lo que, en un futuro, será la montanera de la bellota, alimento principal e insustituible para los duros meses del invierno. Un exceso de reses en primavera por abundancia de pastos y una mala cosecha de bellota en otoño-invierno puede ocasionarnos una seria carencia de comida y una situación complicada para los animales. Por esta razón es fundamental el control de la cabaña cinegética y el potencial de granos, frutos y forraje de la finca.
Climatología y recursos hídricos
Un dato importante a tener en cuenta es saber como ha evolucionado el periodo de otoño-invierno tanto en temperaturas como en lluvias. En Ribera Alta, y gracias a su estación meteorológica, hacemos un seguimiento diario, tanto de las temperaturas de la atmósfera como del suelo, para ir viendo como van llegando los fríos del invierno y como va entrando la primavera, datos que nos adelantarán el futuro previsible que tendrán las reses de la finca y la producción forrajera, cerealista y de bellotas que tendrá el campo.
El agua, como fuente de vida, reguladora de acuíferos, manantiales, humedales y pantanos, nos garantizará un buen crecimiento de plantas, con gran aporte de materia vegetal, y en su correr por arroyos saciará la sed de aves y mamíferos en los meses más duros del verano.
Selección cinegética de los ejemplares de la finca
Imprescindible para ir consiguiendo una mejora en los trofeos con resultados visibles a medio plazo. Prestamos especial atención a varetos y primalas como futuros sementales y madres gestantes.
En el caso de los varetos serán candidatos a sementales sólo los que conjunten una importante estructura corporal-ósea y, además, sus primeras varas tengan una gruesa base (18-20 cm) y amplio arco y longitud (más de 50 cm). Esto nos asegurará unos importantes trofeos, tanto en peso como en puntos. Damos mucha importancia a que su hábitat no se modifique y su alimentación sea lo más natural posible. Descartaremos siempre los ciervos que en su primera cabeza no tengan un mínimo de 14 puntas.
Es importante cada año, en la época del desmogue, hacer comprobaciones tanto del peso como de las medidas de las cuernas que vayamos encontrando por el monte para ir viendo la evolución de los trofeos y, sobre todo, ver como afectan los cambios climatológicos al desarrollo de las cuernas. En época de berrea tenemos la oportunidad de ver el fruto de la gestión, apareciendo los grandes machos con sus coronadas cuernas que, a veces, sobrepasan los 10 kilos de peso. La berrea no debe de alargarse más allá del mes de noviembre, y esto ocurrirá si tenemos ciervas con partos tardíos (junio-julio) que estarán lactantes hasta octubre-noviembre y entrarán en celo más tarde, provocando un alargamiento de la berrea –volviendo a reproducir parto tardío al año siguiente– y un desgaste corporal excesivo en los machos.
Para estos casos es fundamental la caza selectiva, ya que, de otra forma, tendremos un porcentaje importante de animales fuera de su ciclo biológico, que tendrán deformidades importantes en sus cuernas.
En segundo orden, pero no menos importante, es nuestra cabaña de muflones y machos monteses, prestándoles importancia, desde chivos, a su crecimiento de cuernas. Unas gruesas bases con amplias caracolas y buenas aberturas, en el caso de los muflones, nos darán excelentes trofeos y sementales. Animales, por su carácter, de difícil observación y, casi siempre, habitando el monte medio o las pedrizas, de carácter huidizo y menos exigente en cuanto a comida que el ciervo, suelen ramonear el monte y sus poblaciones tienen que estar muy controladas, sobre todo las hembras.
Por último, el animal que año tras año nos da los mejores lances monteros en Ribera Alta, el jabalí, ocupa prácticamente la totalidad de la finca, moviéndose igualmente en dehesas, monte y sierras. En mayo, cientos de cochinas van surgiendo de lo espeso del monte acompañadas de los rayones en busca de las jugosas siembras y bicheando continuamente. Los grandes machos en esta época hacen vida solitaria con pocos movimientos por la abundancia de comida. Prestan especial atención a la búsqueda de crías de corzos, muflones y ciervos que, con su fino olfato, a veces localizan.
En conclusión
Un proyecto racional y proporcionado, teniendo en cuenta los cuatro aspectos anteriores, nos hacen conseguir unos resultados de autosuficiencia en la gestión de los recursos y mejora de trofeos de caza, conservando y mejorando, al mismo tiempo, otras fuentes alternativas de aprovechamiento tan importantes como la caza mayor, y que ayudan, de forma importante, a la gestión integral de la finca Ribera Alta, como son la caza menor, el aprovechamiento de corcha, maderero, apuestas por cultivos adecuados a la zona que mejoren los suelos y los pastos. CyS
Por Jesús Fernández Hijicos