Volver a decir que nuestras Caracolas se consolidan como la fiesta montera, y cinegética, por excelencia, ya puede parecer que nos repetimos un poco cada año, pero el 33, un número redondo, una edición redonda, es el fiel reflejo de lo que ya se puede considerar una parte un tanto histórica de nuestra montería.
Montería y Caracolas ya van de la mano de todos los que formamos parte de esta nuestra modalidad ancestral de caza.
Y una edición redonda se merece, como poco, el regreso a la Capital de la Montería, Andújar, que acogerá, como es de recibo, a sus caracolas y a sus monteros con los brazos abiertos.