Tan sólo el 17,3 % de las armas que sacó a subasta la Guardia Civil el pasado año en una treintena de provincias terminaron encontrando comprador y esquivaron así el camino de la chatarrería, destino que aguarda a las escopetas y pistolas de particulares que pierden la autorización para tenerlas y usarlas cuando nadie puja por ellas.
De acuerdo con los datos facilitados por la dirección general en respuesta a una petición de información tramitada a través del Portal de Transparencia, la Guardia Civil sacó a subasta 18.813 armas durante 2018, cifra que representa una disminución del 14,9 % respecto al año anterior (22.091). De todas las expuestas, tan sólo 3.267 fueron adjudicadas, 96 menos que en 2017.
En concreto, un total de 31 comandancias repartidas por 14 comunidades autónomas (todas excepto Canarias, Cantabria y Navarra y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla) organizaron durante el pasado año subastas públicas para dar salida a las armas largas y cortas acumuladas en sus depósitos. Tras tener la posibilidad de verlas y tocarlas, las personas reglamentariamente habilitadas pudieron pujar por ellas con el atractivo del precio. Las piezas salen con un importe mínimo inicial que fija el propietario.
Por número de unidades fue Madrid la provincia en la que se subastaron más armas (escopetas, rifles, carabinas, pistolas, revólveres e incluso ballestas): 3.480, de las que se vendieron tan sólo una quinta parte (617). Le siguieron Oviedo (343), Málaga (225), Alicante (147), Sevilla (143), Castellón (130) e Islas Baleares y A Coruña (117), Valencia (112), Vizcaya y Zaragoza-Teruel (107) y Toledo (103), entre otras.
Barcelona pasó de ser la provincia donde más armas adjudicó la Guardia Civil en 2017 (concretamente 448 de 1.576) a no subastarse una sola. Es la misma situación que se registró en Tarragona y Lleida, siendo Girona la única provincia catalana en la que se pusieron piezas a la venta: se enajenaron 47 de un total de 234.
En su artículo 165, el Reglamento de Armas establece que, “al cesar en la habilitación para la tenencia legal de las armas”, el titular tiene que depositarla en la Intervención de Armas de la Guardia Civil. Si en el plazo de un año no ha recuperado la autorización o no la ha vendido a alguien provisto de la licencia o el permiso reglamentario, las comandancias o los servicios de armamento del Cuerpo podrán sacarlas en subasta pública para evitar que se acumulen en sus dependencias.
Menos armas, más ingresos
La Guardia Civil no percibe el dinero que se obtiene por la subasta de las armas. Tan sólo ejerce de intermediaria entre el comprador y el vendedor y es a éste a quien entrega el importe obtenido con la enajenación o bien se lo ingresa en la caja general de depósitos. El beneficio que obtiene es en términos de seguridad pública: retira de la calle las armas de propietarios a los que les ha caducado la autorización para poder tenerlas y utilizarlas.
Según los datos facilitados por la dirección general de la Guardia Civil, la subasta de armas el pasado año generó 273.056 euros, casi un 70 % más que en 2017 (160.946 euros) pese a venderse 96 piezas menos. Más de la mitad de ese dinero -exactamente 141.360 euros- tuvo su origen en Madrid, la provincia en la que con diferencia más ventas se registraron.
Sevilla (47.107 euros), Málaga (34.234), Alicante (27.811), Vizcaya (26.724), Baleares (21.183), Cádiz (16.089), Oviedo (14.39), Zaragoza-Teruel (13.632), A Coruña (13.030), Murcia (12.256), Toledo (12.045), Gijón (11.022) y Almería (10.574) completan el escalafón provincial por volumen de ingresos registrados.
Todas las subastas públicas de armas de la Guardia Civil se anuncia tanto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) como en el boletín de la comunidad autonóma a la que pertenece la comandancia que la organiza. La persona interesada en adquirir alguna de las piezas ha de comunicar su intención de participar rellenando una instancia que facilita la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.
Igualmente, tendrá que rellenar un formulario en el que especifica el lote por el que puja y la oferta de adquisición, debiendo abonar el 25 % del precio de salida del arma en calidad de fianza (ésta se devuelve si no logra la adjudicación). Estos documentos deberá presentarlos junto a una copia de su licencia de armas y de su Documento Nacional de Identidad (DNI).
Entre el 10 de junio y el pasado 1 de julio se han desarrollado subastas en Granada, Cádiz, Madrid y Córdoba, anunciándose la próxima para el 16 de septiembre en Palma de Mallorca. Allí se podrá pujar por 619 escopetas, 63 carabinas, 28 rifles, 76 pistolas, 30 revólveres, 18 avancarga (arma que se carga por la boca) y una inyección anestésica.
Fuente: elindependiente.com