El precio global del marfil se multiplicó por diez desde su prohibición comercial en 1989 por parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES), según un estudio de la Facultad de Veterinaria de Bristol, publicado recientemente en “Biological Conservation”, que subraya la amenaza que supone esta tendencia para las poblaciones de elefantes.
El estudio, realizado a partir de datos recopilados desde 1989 a 2017 acerca, recoge que los precios más altos del mercado de marfil traen consigo incentivos para el furtivismo, una práctica que se estima que elimina al ocho por ciento de la población de elefantes cada año, según ha informado Eureka Alert.
Así, revela que el precio promedio mundial de marfil aumentó diez veces entre 1989 y 2014, así como que desde entonces se encuentra en descenso, presentando Asia los precios más altos y África los más bajos. En este sentido, indica que los factores que influyen en esta actividad son la zona en la que se vendió el marfil, si había sido tallado o trabajado de alguna manera, la legalidad de la venta y el volumen total de marfil que se comercializó ese año.
La autora de la investigación, Monique Sosnowski, ha subrayado que el furtivismo mata a unos cien elefantes al día, siendo la población mundial total de 350.000 elefantes, al tiempo que ha destacado la importancia de llevar a cabo políticas mundiales de conservación de la vida silvestre.
Asimismo, ha explicado que hasta el momento se tenía un “escaso conocimiento” sobre los precios mundiales del marfil desde la prohibición de su venta y sostiene que tiene “esperanza” en que una mayor compresión de los factores que incrementan el precio del marfil de lugar a intervenciones políticas “mejor informadas” que aseguren un futuro “más seguro” para la supervivencia de los elefantes y de otros animales.
Los investigadores han confesado que esperan que revelar estas tendencias de precios regionales y las variables y factores para la determinación de precios lleve a tomar “mejores decisiones” con respecto a las políticas mundiales de marfil, con medidas contra el comercio, la conservación de la vida silvestre y la educación.
En este sentido, entre las medidas que podrían llevarse a cabo, resaltan el concentrar recursos limitados en los esfuerzos para regular el comercio en el este de Asia, donde la demanda de marfil y el precio son más altos, una iniciativa que podría disminuir la caza furtiva y aumentar la seguridad futura de los elefantes.
Con estas medidas pretenden respaldar las decisiones relativas a la prohibición de marfil de la CITES, las regulaciones comerciales nacionales, así como a la gestión global de las existencias de marfil, entre otros aspectos.
Los investigadores han apuntado que podría aplicarse un marco similar a otras especies en peligro de extinción que están amenazados por el furtivismo y el comercio ilegal de sus productos, como los rinocerontes y los tigres, para “lograr nuevos esfuerzos de conservación en la vida silvestre global”.
Fuente: Noovell