Relatos

Virgen de la Cabeza

Virgen de la Cabeza

Madruga hoy la Virgen de la Cabeza para asomarse a nuestra página.

Hoy, último domingo de abril, tendría que haberse celebrado la fervorosa romería, multitudinaria y antigua, la más antigua de España.

Ya desde el sábado los romeros, peregrinos, se hubieran desplazado desde Andújar.

Hoy los romeros abarrotarían el Cerro Cabezo, donde se asienta el Real Santuario de la Virgen de la Cabeza.

Situado en el marco incomparable del Parque Natural de la Sierra de Andújar.

La Morenita es patrona de Andújar, capitana de la Guardia Civil y patrona también de la diócesis de Jaén.

Leyenda, romería y montería

Cuenta la leyenda que un pastor, Juan Alonso Rivas, con su brazo izquierdo paralizado por una anquilosis, subió al Cerro Cabezo ante unas enigmáticas luminarias.

Allí encontró, la noche de 11 al 12 de agosto de 1227, una pequeña imagen de la Virgen.

El pastor, orando, entabló conversación con la Señora, que le comunicó que levantará allí un templo, curándole el brazo y enviándole a Andújar para que lo comunicara.

Virgen de la Cabeza

Andújar se llena de actividad la semana de la romería.

Se llena de familiares, amigos, cofrades llegados de todos los rincones.

El sábado ya parten los romeros al Santuario.

Todo eso este año no ha podido ser, pero los iliturgitanos no se han quedado de brazos cruzados, y han engalanado sus balcones.

La Cofradía Matriz presentó ayer a la Virgen de la Cabeza con el manto del centenario en recuerdo a los fallecidos por la pandemia.

Será una romería virtual.

Andújar, la capital de la montería, ha acogido en tres ocasiones la gala de los Premios Caracola, allí siempre nos han tratado de maravilla.

Entre la ciudad y el Santuario, en su casa de La Caracola, Jaime de Foxá, escribió una de la obras maestras de nuestra literatura cinegética, Solitario.

Inspirado por estos parajes, Foxá escribió la Salve Montera, que ahora les ofrecemos, en homenaje a las víctimas de la pandemia, a sus familiares y a todos aquellos que están luchando para que salgamos con bien de ella.

Y con nuestro deseo de que la romería de la Virgen de la Cabeza 2021 sea tan fabulosa que borre el recuerdo de estos días.

Virgen de la Cabeza

Salve Montera de Jaime de Foxá

Dios te salve, Virgen de la Cabeza, reina y madre de misericordia, que donde las solanas del Jándula, atalaya sois de las cumbres incómodas.

Vida, dulzura y esperanza nuestra en la grandeza de vuestro altar serrano, que cierran en columnas de rocas enmontadas los peñotes del Tamujar y del Rosalejo, sobre los azules retablos de la Sierra Madroña.

Dios te salve, Patrona de los viejos monteros.

A ti llamamos, Señora de las pedrizas y de las umbrías, los desterrados hijos de Eva, que ven en Vos, la luz inmaterial que ilumina los riscos.

A ti suspiramos, Patrona de los portillos y de las manchas, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas, que a tus pies dividimos para tu patronazgo en esos valles del Estena y del Bembézar, del Bullaque y del Sardinilla, del Jándula y del Guadiana, que en el mapa de España mosaico son de nuestra humilde ofrenda.

Ea, pues, Señora, Abogada nuestra; desde tu alto Santuario, laureado y castrense, bendice aquellos suelos que tu mirar sencillo endulzó siempre y cierra donde la áspera negrura de los Alarcones y el Contadero, hasta la sonrisa soleada de Valdegrana y el Socor, el garabato femenino de tu bendición generosa.

Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, para que la fuerza de tu amparo se extienda a los lejanos alcornocales de Hornachuelos y de la Sierra de San Pedro; a los bravíos montes de Ciudad Real y Toledo; a las nieves del Pirineo y de Cantabria; donde unos hombres de buena voluntad, adorando a la creación entera, en ti adoran a la más alta y tierna de las criaturas.

Y después de este destierro, Virgen Santa de Andújar muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María! Protege a cuantos aman las soledades que te sirven de manto y el aire puro que es corona de luz en tu santuario.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar tus mercedes en el servicio de una caballerosa regla de intemperies, que ya condujo a Eustaquio el Romano, a Germán el Galo y a Huberto el de Aquitania, por la senda que lleva a gozar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amen.

Jaime de Foxá

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