Por José Fernando Titos Alfaro
Creo que en algún momento, más o menos puntual, de la perorata que le vengo manteniendo, me habré dejado caer con lo de mi apasionada devoción por la escopeta. Pues sí, desde siempre fui un apasionado a la caza, en general, y muy en particular a las modalidades de ‘la cacería a rabo’ y a la de ‘la perdiz con reclamo’.