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Diana es una joven gallega de 30 años que además de hacer honor a su nombre es una muy buena amiga, apasionada en todo lo que hace, vive en Ponteareas (Pontevedra) y comparte una gran afición por la caza con su pareja Dany da Paradanta, ambos cuidan de la rehala con que abaten los montes de Galicia y otros lugares de nuestra geografía, enamorada de sus perros, gran amante de la naturaleza y los animales.
Aficionada también al deporte y a las motos.
¿Cómo entraste en el mundo de la caza? ¿De dónde nace esta afición tuya y quiénes han sido tus maestros?
Todo comenzó cuando de pequeña encontré un cachorro perdido y lo adopté, días después apareció su dueño que al ver lo compenetrada que estaba con él me lo regaló. Le cogí un gran cariño y le puse de nombre Kiko. Pasado un tiempo resultó ser un magnífico perro de caza menor. Así que los fines de semana solía acompañar con mi perro a mi abuelo y a mi padre de caza. Mi abuelo llevaba una bolsa con unos chorizos, queso, una bota de vino y agua, comíamos en el monte disfrutando de la naturaleza, independientemente de si se abatiese pieza o no. Disfrutábamos de un día muy especial donde los tres, padre, hijo y nieta, compartíamos caza, monte y vivencias junto a Kiko.
Así que mis primeros maestros fueron mi padre y mi abuelo que con su ejemplo me inculcaron amor y respeto por la caza menor y la naturaleza. Más tarde, ha sido mi pareja quien ha continuado enseñándome otros aspectos y modalidades a través de la caza mayor y el mundo de la rehala.
¿Qué sientes cuando cazas?
Cazar me emociona, ya desde el día anterior a la salida, cuando preparo todos mis pertrechos, que se convierte en toda una ceremonia. Cazar me aporta libertad, evadiéndome de los problemas del día a día, despertando mis sentidos a extremos insospechados. Sintiéndome parte activa de la naturaleza y sus ciclos. La caza es disfrutar de todos los momentos, aún los más duros y sacrificados, estar alerta, vivir en definitiva.
Modalidad preferida o que hayas practicado.
He practicado caza menor y mayor, siendo esta última mi auténtica pasión. Lo que más me gusta es batir con la rehala y disfrutar del trabajo y entusiasmo de los perros.
Concursos y campeonatos.
Hasta ahora no he participado en ningún concurso ni campeonato. Entiendo la caza fuera de la competición como una manera de vivir, una labor de equipo donde todos y todas tenemos cabida.
¿Cuál es tu manera de entender la caza?
Una forma de vivir, es afición, pasión y entrega, de respeto a nuestro entorno natural. He vivido desde pequeña en un ambiente rural dedicado a la cría del ganado, la caza formaba parte de ese ambiente.
Aceptación por parte de los compañeros.
En general bien, aunque siempre hay una minoría que te trata diferente por el hecho de ser mujer, se nos observa más, se nos exige más y se nos crítica más.
¿En qué lugares sueles cazar?
En varias zonas de Galicia. Hemos monteado también en Zamora y en Córdoba.
¿Qué le dirías a los anticaza?
Por fortuna nunca he tenido confrontaciones directas con ellos, ni he vivido situaciones desagradables aunque conozco compañeros y compañeras que sí las ha tenido. Les pediría respeto, que no juzguen lo que no entienden y que nos dejen en el libre ejercicio de una práctica regularizada y legislada que nos supone libertad. Al tiempo que los cazadores contribuimos a regular y regenerar las especies del ecosistema para su equilibrio.
¿Qué les dirías a otras mujeres que aún no se decidan pero se sientan atraídas por la caza?
Les animaría a probar, sin ningún tipo de prejuicio, a abrir la mente para conocer y comprender. A reconocerse en su verdadera esencia, a hacer lo que les place y les gusta sin falsos estereotipos. Por fortuna hoy ya nada está vedado a la mujer.
¿Quieres añadir algo más?
Quiero dar las gracias en primer lugar a mi abuelo y a mi padre por haberme sabido inculcar el respeto por la naturaleza y la caza, que se ha convertido en mi pasión y que tanta felicidad me ha aportado. En segundo lugar agradecer también a mi pareja, Dany da Paradanta, por estar siempre ahí, es él quien me ha pulido, quien me ha introducido en el mundo de la rehala, algo muy nuevo para mí y que desconocía, otro nivel muy diferente dentro de este mundo…aún me queda mucho que aprender…gracias. Ahora mi sueño es abatir mi primer ciervo.
Por Mª Ángeles Marcos Alonso