Cañajoso, un trabajo prodigioso de 15 días para monteros de verdad - Cazawonke

para monteros cochinos — José Luis, Moisés y Alejandro prepararon en 15 días una montería para monteros de verdad.

Conseguir más de 50 cochinos y un venado en abierto con siete buenas bocas y varios machos ‘piñoneros’, donde el 85% de los puestos jugaron lances, en 15 días sólo de preparación es simplemente un trabajo descomunal y un buen hacer de los organizadores.

Si a esto juntamos que fue a un precio asequible (200€) con desayuno y comida, con 32 rehalas y tres colleras de mulas…

Se cazaron dos fincas juntas con 1.300 hectáreas a montear con una mancha pura en casi toda su extensión, con umbrías que no entraban en ellas hace 18 años, tan apretadas que la luz del sol no se veía, unos barrancos hondos y colmados de monte en los que sólo andan por allí los cochinos y donde llegar es una hazaña para monteros, postores, rehaleros y los muleros…

Éxito y enhorabuena para los organizadores

Pues la verdad sea dicha, ÉXITO y ENHORABUENA PARA LOS ORGANIZADORES.

Se citaron a los monteros a las 8:30 de la mañana, los organizadores José Luis, Moisés y Alejandro.

Les esperaban unas migas camperas deliciosas preparadas por Manuela, con las candelas encendidas para recibirlos.

para monteros cochinos

Tras desayunar comenzó el sorteo, Moisés dio las instrucciones de seguridad y explicó la dificultad de la mancha donde se pidió voluntarios para las armadas de La Ribera, y se pusieron puestos para personas con movilidad reducida.

Antes de comenzar, África rezó un padre nuestro y un Ave María por los monteros que ya no están y para que todo saliera bien.

Se sorteó magistralmente. Y rápido comenzaron a salir las armadas.

Momentos de locura montera

Aún estando en la junta se escucharon las primeras detonaciones. Ya con todos los monteros en sus puestos se realizó la suelta de las 32 rehalas.

Y, ¡ay amigos!, la qué se lió. ¡Qué tiroteo!, por todos lados se oían tiros, por cada rincón salía un cochino, los perros eran un puro escándalo, no se sabía para dónde mirar, que momentos de locura montera, casi indescriptible contarlo. «¡Un cochino para La Ribera!» «¡Por la solana dos más!» «¡Para los portillos varios!» «¡Ese venao que es grande, muy grande!» Y así toda la montería.

Un trabajo inconmensurable

A las tres sonaban las caracolas de llamada de los perros, y ahí comenzó el trabajo duro, tanto para los monteros para marcar como para postores, sacadores y mulas.

Inconmensurable el trabajo de estas personas. Nadie se imagina lo duro que se trabajó.

A los monteros en la casa de cazadores de una de las fincas les esperaba unos garbanzos y chacinas preparados con esmero por Manuela mientras se sacaban las reses y se llevaban al cemento.

Carros cargados de cochinos y ¡qué cochinos!

Llegaban los carros cargados de cochinos y ¡qué cochinos!, los monteros comentaban los lances algunos con más de seis jugados, ya que casi todos pudieron jugar un lance a los de la mirada baja.

Uno de los puestos no tuvo fortuna ya que se dejó ir un venado enorme de 20 puntas y dos navajeros, otros jugaron lances sin fortuna y es que en esta mancha no dan muchas oportunidades los cochinos.

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Se completó el plantel con 47 cochinos, un venado y alguna cierva

Ya con la noche encima se completó el plantel con 47 cochinos, un venado y alguna cierva.

Por imposibilidad de sacar se quedaron en el campo varios cochinos y es que para sacarlos había que jugarse la vida.

De los 47 cochinos del cemento, siete bocas, tres medallables y cuatro grandes, habiendo varios machos de los que en Andalucía llamamos ‘piñoneros’.

Satisfacción de monteros y organizadores, olé por los rehaleros

Se notaba la satisfacción en monteros y organizadores.

Hay que hacer mención especial a los rehaleros, que como homenaje a ellos lo hago en persona de mi buen amigo José María ‘la voz de la sierra’, hoy por hoy el más completo sin desmerecer a nadie. Literalmente se partió la garganta, animando y guiando a los perros y se metió donde pocos se meten sacando cochinos imposibles. PERO OLÉ POR TODOS ELLOS que se machacaron en esta mancha.

Agradecimiento

Dar las gracias a todos, a la propiedad, a Víctor que en el silencio hizo en estos 15 días un trabajo demoledor.

A Javier y Javier Piano, a los postores y a Manuela y su equipo por el trabajo hecho para darnos de comer tan ricamente.

Quisiera hacer una mención especial para Andrea, que hace varios años siendo una niña salió en portadas de revistas cinegéticas, abatió su primer cochino, enhorabuena Andrea, buen maestro tienes.

Y para los tres organizadores, qué decir, GRACIAS Y ENHORABUENA POR LO QUE HABÉIS CONSEGUIDO.