Panorama montero

El Pantano de La Ribera Alta con Monterías Riquelme… que «hable» el plantel

La Ribera Riquelme
Jesús Riquelme comentando el plantel de El Pantano de La Ribera Alta.

CRÓNICA

Niebla, casi siempre hay niebla en el trayecto de Saceruela a Almadén al llegar al río Rivera de Gargantiel –sí, con v– y concretamente al pantano del Quejigo Gordo, pantano que actualmente está en la finca de La Ribera Alta.

Estamos de montería, por lo que dejo la semántica en manos de la RAE, verán que ambos nombres están bien puestos:

Rivera: «Arroyopequeño caudal de agua continua que corre por la tierra

Ribera: «Franja de terreno regada por un río

Tengo muchos vínculos con La Ribera, desde que era La Ribera de Gargantiel, años ha, por lo que no me podía perder esta mancha de El Pantano (las dos Riberillas juntas) de La Ribera Alta.

Vínculos de antes de nacer, mi padre siendo un crío cazó en La Ribera de Gargantiel cuando estuvo destinado en Almadén…

O por aquel cochino que casi se lleva por delante a mi mujer, en la otra parte de La Ribera (baja)…

O en otro día de aguacero infernal como el anterior, cuando Nacho de la Moneda (Iberalia) grabó de manera magistral un rececho de jabalí con Antonio Vargas de maestro de ceremonia, ya en La Ribera Alta…

Niebla. Preocupación, Jesús Riquelme no la podía disimular.

–Esto levanta, hombre, que apenas a dos kilómetros de aquí no había nada.

–Ojalá, pero ya vamos con retraso.

Y eso que el sorteo de los 24 puestos se hizo la noche anterior.

Luz y taquígrafos La Ribera

Por las características de El Pantano, la junta no se hizo en la casa, como es habitual, se habilitó una carpa en el campo antes de llegar a la mancha.

¡Qué alegría más grande me llevé! Resulta que el catering era el del Grupo Hospederías, saludé efusivamente al máximo responsable de la empresa familiar, Álvaro Franco, muy buen tipo con el que me llevó muy bien desde que preparó con mimo el catering de los Premios Caracola allá por 2017.

Por cierto, no paran de trabajar, con días para dar el catering en cuatro o cinco monterías con distintos equipos.

Con la calidad del condumio asegurada, continuó la ronda de saludos y tertulias.

Además de Jesús Riquelme, claro, enseguida vi al equipo de Sol Montero Producción Audiovisual, está vez Rubén del Sol estaba de baja por culpa del dichoso Covid aunque se encontraba bien, con el resto (José Pablo Fabián, Bolo, Juan Manuel Fernández y Antonio Ruiz) ya he toreado en muchas plazas, sobre todo con Bolo y con Juanma.

La Ribera Riquelme

Fotografié a Riquelme con Javier Martínez, reconocido cazador y fotógrafo que fue por puro divertimento y que me causó una gratísima impresión.

No éramos los únicos medios presentes, la organización quería luz y taquígrafos para El Pantano, estaban los hermanos Villar, Ángel y Antonio (con los que también he coincidido en innumerables ocasiones y que con su productora graban para Cazavisión), y compañeros de Huntts y Todomontería.

Por fin quiso levantar la niebla, lo que aprovechó Jesús Riquelme para dar las últimas indicaciones, y dar salida a las armadas…

«Señores, ante todo seguridad… lo mejor de la mancha son los cochinos, hay muchos y algunos grandes, después los venados, los hay de calidad, como algún muflón, también hay gamos…».

El 6 de El Pantano

Preguntó Riquelme a Alejandro, Estrada y Suárez, dos cazadores melillenses y obviamente tocayos, «¿os importa que os acompañen Antonio y Adolfo?».

Su puesto, el 6 de El Pantano, estaba en una torrera, ¡pero en una torreta de vigilancia de incendios! Tan grande que podíamos estar todos y no molestar a los Alejandros.

Suárez y Estrada son unos cazadores con una enorme afición, entre otras cosas, para cazar en la Península tienen que hacer un desplazamiento larguísimo y no siempre cómodo.

Además, son muy buena gente, nos acogieron con los brazos abiertos.

A mí, en mi función de cronista, no me gusta acompañar al montero, no me gusta molestar, prefiero estar haciendo mis fotos, viendo y escuchando la montería en un otero o similar donde no haya peligro.

Pero esto era otra cosa, primero por el buen carácter de los Alejandros y, segundo, porque la torre era muy amplia.

Desde la torre había un buen tiradero, con un cortadero hacia la izquierda y posibilidades de tiro a la derecha, a pesar del fuerte monte, por estar tan altos.

Tras la calma inicial: ladras, carreras, tiros, tiros, carreras, ladras…

Seguía nublado, pero ya se colaba el sol por las rendijas de las nubes.

Algo de brisa, aunque desde lo alto por la estructura de torre no aireábamos.

El postor de El Pantano, Francisco, subió a la torre para controlar el devenir de su armada, de verdad que no nos molestábamos y cada uno podíamos estar a lo nuestro.

Antes de soltar ya se tiraba bastante al moverse la caza por el trajín de la colocación de cierres y traviesas.

Al no haber cupo, un montero estaba firmando un puesto magistral en este comienzo, ¡menudo tiroteo llevaba!

En el 6, tranquilidad relativa, Estrada se hizo con un cochino que no parecía muy grande, el único que entró cierta tranquilidad en toda la mañana, pero que salió en estampida al primer tiro, y el montero hubo de rematar con un segundo tiro dificilísimo.

Las 15 rehalas se tendrían que emplear a fondo, El Pantano son casi 600 hectáreas de mucho y buen monte, apretado, tiene hasta alcornoques, y agua en el Rivera de Gargantiel.

Muy pero que muy cochinera.

Se soltó y se armó la mundial: ladras, carreras, tiros, tiros, carreras, ladras…

Mucha animación La Ribera

Muy animada la montería, poco el 6.

El día, como era de esperar, se despejó, muy agradable para montear.

La Ribera Riquelme

Como a las 12 un bólido en forma de jabalí cruzó el cortadero, Suárez, en su turno, demostró que además de todo lo dicho, los Alejandros tiran muy bien.

Poco después entró en escena por la izquierda una collera de venados formidables –sobre todo uno–, venían barruntando, cargándose de aire.

Ante la posibilidad de que pegaran el tornillazo en cualquier momento, Estrada, que ya los había dejado bajar, disparó.

El más grande se desplomó, mientras que el otro se enmontó…

Inesperadamente el venado se levantó, y en un tiro muy complicado Estrada lo remató. ¡Alegría!

No pude hacer fotos, porque me metí en la caseta de la torre para no estorbar, por lo que se las he pedido prestadas a Antonio de sus tomas.

Aunque me dio la sensación de que el primer venado se desplomó pero se incorporó otra vez, llevándose los tres tiros, mientras que el otro se enmontó.

Antonio, que también es de la cofradía de la gente buena, y sabe muchísimo de campo y de caza, se estaba hinchando a grabar, con la cámara y con el dron.

El acabose La Ribera

Creo que es mejor resumir, porque nos quedamos sin web para escribir.

Desde ese momento y hasta más o menos las 13:45, aquello fue el acabose, para el 6 de El Pantano y para el resto de la montería.

Cochinos entraban por distintas carreras, muy difíciles todos. Los Alejandros se quedaron con cuatro más, aunque ninguno parecía grande, si acaso algún navajerete.

Dejaron pasar muchos primaloncetes.

Respecto a los venados, a Suárez le pasó exactamente lo mismo que a su tocayo con otra collera de menor envergadura, que traían la misma carrera, y tiró otro grande que confiábamos en cobrar.

Estrada tiró dos chorreados más, uno cayó claramente, con el otro tocaría seguramente pistear.

La Ribera Riquelme
El último venado que entró.

Todos en entradas muy complicadas y parecidas, desde la izquierda, paralelos a la malla –para reses– de El Quejigo.

Finalizada la montería logramos cobrar tres, el grande de la primera collera, uno de la segunda collera de Suárez y otro suelto de Estrada.

Algo parecido pasó con la segunda collera, muy pero que muy similar.

Y fue imposible del todo cobrar más venados en aquel montarral, que no era lo mismo visto a pie de tierra que desde arriba.

La Ribera Riquelme
Los rehaleros al llegar al último cochino que tiró Alejandro Suárez.

Calma chicha y arreón final La Ribera

Antes de las 14:00 la montería enmudeció, totalmente, parece mentira después de lo vivido.

Los rehaleros y sus perros lo estaban bordando, y tuvieron arrestos para dar la ‘batalla’ final.

Algún que otro tiro animó el monte que parecía dormido.

Llegaron las rehalas de recogida al tiradero del 6, cuando se arrancó una ladra impresionante.

Alejandro Suárez dejó que el cochino tomara buena distancia de los perros y disparó certeramente.

Un guarro que había aguantado allí toda la montería sin moverse, lo mismo…

Llegaron enseguida los perros a él y no tardaron en llegar los rehaleros.

El «es un buen guarro» elevó los ánimos, y eso que de cuerpo no era enorme.

Posiblemente fue el último tiro que se escuchó, eran las 15 horas.

Alejandro Estrada con el gran venado que cobró.

Recapitulando La Ribera

Por los disparos, el plantel se presumía importante, pero, claro, faltaba por saber el porcentaje de hembras y la calidad.

Respecto al resultado obtenido por los Alejandros, cobraron tres venados, siete cochinos, una cierva y una gama.

El venado de la primera collera de Estrada resultó un formidable ejemplar de 16 puntas, completísimo. Largo, con envergadura, buen grosor y buenas puntas… Creo que llegará a medalla de oro, por ahí le andará.

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El otro venado cobrado por Alejandro Estrada, un lástima esa cuerna partida.

Lástima que al otro que cobró le faltara media cuerna derecha, del candil central a la palma. Ocho preciosas puntas adornaban la cuerna izquierda.

Ojo al que cobró Suárez, con 12 puntas, cuerna recia, larga, con mucho grosor en roseta, que seguramente se meta en bronce.

El venado que cobró Alejandro Suárez muy posiblemente llegue a bronce.

De los seis primeros cochinos, un navajero aparente y el primero que entró –el ‘tranquilo’–, que era también un machete.

El último, el séptimo… pasó de «parece bueno», a «llenar bien una tabla», a navajero… pero a medida que lo mirábamos con detalle, las navajas crecían y engordaban más, y alcanzó la categoría de macareno.

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Alejandro Suárez con el último cochino que cobró, con muchísimo grosor de navajas.

¡Ojo a este cochino!, que tenía mucho grosor de navajas y los jabalíes de La Ribera Alta suelen responder por dentro.

El primer venado de Estrada y el último jabalí de Suárez fueron de los mejores que se cobraron.

Muy merecido, pasamos un día estupendo con ellos y nos trataron de maravilla.

Antonio Ruiz con los dos venados que cobró Alejandro Estrada, al fondo se puede ver la torreta del 6 de El Pantano.

Muchos lances que contar: la de arena

Poco a poco fue conformándose el plantel, a sabiendas que bastante caza debido a las características de la mancha no se podría cobrar hasta el día siguiente.

Los equipos trabajando a tope.

Como sabía que tenía tiempo, le pregunté a Álvaro qué había preparado de comer, «carrillada», me fui a dar cuenta de ella tras unos aperitivos importantes, ¡qué bueno estaba todo!

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Álvaro y Mario con dos de los tres venados que cobraron.

Por cierto, Álvaro monteó y compartió puesto con su hermano Mario. Les tocó el 1 de la Traviesa Central.

Se divirtieron muchísimo, cobrando tres venados (uno medalla y muy bonito además), dos muflones y dos muflonas, aunque Álvaro reconoció que falló un muflón «enorme, Adolfo, terrible».

Otros puestos destacados

José Polo con su padre.

José Polo en 3 del Trebol cobró un venado y diez cochinos, cuatro de ellos machos grandes, que en una primera medición han dado ¡un bronce alto y dos oros pasados!

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Carlos y Fran disfrutaron de un puesto espectacular.

Carlos del Olmo y Fran, en el 3 del Barrancón, se hicieron con siete venados, dos cochinos (un navajero), dos gamos, un muflón y varias hembras.

Otro puesto impresionante el de Miguel Román.

Quince fueron los jabalíes que cobró Miguel Román en el 6 del Trebol, con seis machos –dos grandes–, además de tres muflones (uno bueno) y una cierva.

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Mucho disfrutaron los monteros en el 1 de los Montones.

Un lance acertado

José Román se quedó con 11 cochinos (cuatro navajeros grandes), mientras su novia cazó su primer venado, un precioso bronce. Fue en el 1 de los Montones.

En 4 del Barrancón se cobraron: un venado bueno, cuatro cochinos (uno muy grande), dos gamos y tres muflones (uno bueno).

La rehalera con el gran venado que abatió Paco Montiel.

En el 3 de la Traviesa Central estaba Paco Montiel, abatió, entre otras piezas, un venado medalla, dos cochinos también medalla, el más grande lo cazó su mujer, y tres muflones.

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José Ramírez estaba eufórico, cobró su primer venado, un precioso 15 puntas que se colocó en tercera línea.

Eufórico estaba José Ramírez, había cobrado su primer venado en el 3 de El Pantano, un bonito 15 puntas, además de media docena de jabalíes.

En el 2 del Valle Alberto Ruiz, entre otros, se quedó con tres cochinos grandes, en la primera medida han dado uno bronce y otro, extraordinario, oro pasado.

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Jesús Riquelme con los monteros del 5 del Barrancón.

Último ejemplo, por no hacer la lista muy larga, Gonzalo Corralero cobró, entre otras piezas, tres cochinos (uno grande), tres muflones y un gamo en el 5 del Barrancón.

Muchos lances que contar: la de cal

Claro que hubo puestos más flojos, en los que no cumplieron tantos venados, muflones, gamos o jabalíes, o cumplió caza de menos calidad.

Había un montero, por ejemplo, que cobró cuatro venados, cinco guarros y tres muflones, pero sin calidad por lo que no estaba nada satisfecho.

Jesús atendía a los casos de monteros que debían ser compensados, la garantía era de cinco machos (venados, muflones o gamos) y/o jabalíes por puesto.

Precioso cochino grabado por Juanma Fernández antes de llegar al puesto.
Bolo, como siempre, al pie del cañón.

Charla como siempre muy entretenida con Bolo, Juanma y Antonio, teníamos muchos lances y anécdotas que intercambiar.

Pero los Sol Montero y los hermanos Villar tenían que seguir trabajando, completando entrevistas y el parecer de Riquelme sobre cómo se había dado la montería.

Me despedí de los Alejandros, tenían mucho trayecto. ¡Gracias por todo, ojalá coincidamos pronto otra vez!

Y el plantel «habló»… La Ribera

Arreciaba el frío, se iba poco a poco la luz…

Vi a Jesús Fernández-Hijicos haciendo su habitual recuento del plantel, tras el cordial saludo, cotejamos datos, y empatamos, en ese momento había 100 jabalíes, 30 venados, 22 muflones y 9 gamos.

Para irse al final hasta los 140 jabalíes, 37 venados, 36 muflones y 12 gamos.

La Ribera Riquelme
Alberto Ruiz cobró un cochino extraordinario.

DETALLE DE LAS DEFENSAS DE LOS 17 COCHINOS GRANDES

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Respecto a la calidad, había 17 machos de jabalí grandes, no digo navajeros, ni ‘bocas’, para entendernos, digo machos grandes, grandes, 17, repito.

Habrá que esperar a ver cuántos llegan a medalla y de qué categoría.

La Ribera Riquelme
Alejandro Estrada, Jesús Riquelme y Alejandro Suárez con el espectacular venado que cobró el primero.

ALGUNOS DE LOS GRANDES VENADOS COBRADOS

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Otros tantos grandes venados, igualmente habrá que esperar el veredicto de las mediciones.

Y algunos buenos muflones, no sé si alguno alcanzará el metal.

Preciosa foto de J.J. Martínez. El gamo fue la especie con menos calidad.

Nada reseñable en cuanto a la calidad de los gamos.

También se cobraron casi cien hembras, entre muflonas, ciervas y gamas.

Y el plantel «habló»…

La Ribera Riquelme

Thiago La Ribera

Alba intentaba en vano que pudiera hacer una foto al pequeño Thiago, si este se daba cuenta, era imposible, y siempre se daba cuenta.

¡Cómo se ha espabilado!

Le pillé desprevenido en brazos de su padre, en uno de los pocos respiros que este se dio ante aquel interminable y dinámico plantel, ¡por fin conseguimos esa foto!

Hay relevo.

El mismo Jesús Riquelme que se emociona cuando el trabajo de su equipo se ve recompensado con un buen resultado, con su hijo en brazos además de emocionarse se enorgullece.

Era noche cerrada y hora de poner rumbo a casa.

Imposible mejor despedida para recorrer un camino tan agradable como conocido.

Una crónica de Adolfo Sanz Rueda

Fotografías: Adolfo Sanz, Monterías Riquelme, Javier Martínez, Antonio Ruiz y Juanma Fernández

La Ribera Riquelme

DATOS DE LA MONTERÍA

La Ribera Riquelme

Organización: Monterías Riquelme

Fecha: 21 de enero de 2023

Finca: La Ribera Alta / Finca cerrada / Mancha: El Pantano

Hectáreas monteadas: casi 600

Término: Almadén, Ciudad Real

Puestos: 24 / Sin cupo / Rehalas: 15

Venados: 37 (homologaciones pendientes)

Jabalíes: 140 (17 machos grandes, homologaciones pendientes)

Gamos: 12

Muflones: 36 (alguna posible homologación)

Excelente trabajo de rehaleros y rehalas.

 

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