Monterías Mariano Godoy ofreció a sus habituales un día idílico para despedir la temporada en ‘Valdelahoya’.
Quería Mariano Godoy algo especial para despedir esta magnífica campaña que se ha marcado con sus habituales y para ello, en la mañana del sábado 15 de febrero, volvía a quedar con todos aquellos que han depositado su confianza en él durante esta temporada, para cazar esta vez en Extremadura, la finca de Valdelahoya, cercana a la localidad de Llerena.
Todo estaba preparado al dedillo, hoteles, cenas, se había encargado el amigo Mariano de que a sus cazadores no les faltase de nada en esta despedida de temporada y por ello se lo dio todo mascadito.
Así, se daban cita a las nueve de la mañana a todos los asistentes para que tras degustar un buen desayuno quedasen expectantes al momento del sorteo.
El sorteo, ese momento mágico que el montero ansía durante los días previos a la montería, ese momento especial de los nervios por saber qué posición dentro de la cacería tocará defender.
Como decíamos, nueve de la mañana, cortijo de Valdelahoya, los asistentes con el estómago lleno y Mariano dando las últimas indicaciones, haciendo hincapié en la seguridad y en el cupo de un venado.
La finca ha sido contratada por varias temporadas y hay que comenzar haciendo gestión para ir mejorando año tras año.
Así que sin más dilaciones comenzó a nombrar asistentes.
Abundancia de reses y de cochinos
El carácter semicerrado de la finca, ha sido el atrayente e incógnita para los monteros, dado que los jabalíes han estado durante todo el año entrando y saliendo de la finca, de ahí, que crearan un halo de incertidumbre a la hora de asegurar sus capturas, por lo que añadía ese punto de misterio a la resolución de la cacería.
Entre dimes y diretes el reloj marcaba un poco más de las diez, cuando los primeros monteros recogían su papeleta de encima de la mesa y poco a poco se iba esclareciendo sus porvenires dentro de esta jornada.
Así, poco después partían los primeros cierres al cazadero que pudieron jugar lance nada más llegar a sus posturas, debido a la abundancia de reses que movidas por el trajín de los vehículos ya intentaban buscar refugio en las zonas más cerradas de la finca.
Once treinta, cuando el porrazo de los portones de los remolques en el suelo resonaba para despertar el monte, que no es que anduviera dormido precisamente.
Apogeo de ladras, carreras, tiros y tensión máxima
Desde ese mismo momento y hasta que se retiró a los monteros de sus puestos, la montería fue un auténtico apogeo de ladras, carreras, tiros y tensión máxima.
Los jabalíes dieron muchísimo juego y hubo posturas que tuvieron cinco y seis lances a cochino, disfrutando de lo lindo.
Teléfonos y emisoras echaban chispas con comentarios, fotos, watsapp de los cazadores que estaban disfrutando de una maravillosa jornada, comunicando en la mayoría de las ocasiones que tenían el cupo de un venado hecho y que, si podían abatir alguno más, dado que no paraban de cumplir reses seguidas de canes en sus posturas.
Un día idílico
Además de en lo cinegético, es que el tiempo acompaño también en lo climatológico.
Día de sol espléndido, el campo con un verde magnífico por las últimas lluvias.
Un terreno óptimo para que las rehalas cazasen y un viento inexistente que permitía escuchar la grama nacer, hicieron, sumado a la gran abundancia de caza, que los monteros vivieran un día idílico, de los de recordar por mucho tiempo.
Llegada la hora y con el estómago tocando diana, se retiraba a los cazadores de sus puestos y se les conducía de nuevo al cortijo de la finca.
Entre lances, risas y conversaciones distendidas se disfrutó de una velada estupenda mientras se sacaban las reses para conformar el plantel.
Salió a relucir el noviazgo de Ángeles, que conseguía hacerse con su primera res de pelo, y de Álvaro y José María Parente que también se hacían con sus primeros animales en montería.
Agradecimiento
Desde la organización quieren dar las gracias a la propiedad por toda la ayuda recibida y ofrecer la confianza de organizar la cacería en su casa aportando cualquier cosa que hizo falta.
También agradecer a su amigo José Gil todo el trabajo aportado, dado que se ha currado toda la preparación de la mancha.
No quiere dejar atrás Mariano Godoy a todo el equipo de rehalas que cazaron como siempre de maravilla (sin ellos, ni este éxito, ni ninguno de los anteriores hubiera sido posible).
Y sin duda agradecer a todos aquellos cazadores que durante esta temporada han confiado en Monterías Mariano Godoy para derrochar su tiempo en unas jornadas que, sin duda, han sido preparadas con mimo y dedicación, intentando siempre en la medida de lo posible que todos los cazadores volvieran a casa satisfechos.
Muchas gracias a todos por la confianza recibida y, por supuesto, para el año que viene nos volveremos a ver con más fuerza y ganas que nunca.
¡Ah, se me olvidaba el resultado!, aunque fue lo de menos, al plantel 26 venados, 14 jabalíes y siete ciervas.
Fuente: Carlos Casilda Sánchez
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Monterías Mariano Godoy
Fecha: 15 de febrero de 2020
Finca: Valdelahoya / Finca abierta
Hectáreas monteadas: 900
Término: Llerena, Badajoz
Puestos: 28 / Cupo: 1 venado. Jabalíes sin cupo / Rehalas: 14
Venados: 26
Jabalíes: 14
Ciervas: 7