El pasado 7 de diciembre tuvo lugar en ‘La Heredade do Sobroso’ (Portugal) un gancho para a jabalíes para los miembros del Capítulo Lusitania del Safari Club InternacionaI.
El programa incluía, el viernes, una cena de grupo que ofrece la finca, que además de ser una productora vitivinícola también es un alojamiento rural de excelente calidad que, desde luego, ofreció a los cazadores y a sus acompañantes unos días para recordar.
El sábado, después del desayuno, el propietario, el arquitecto Ginestal Machado y el gestor cinegético de la finca, Francisco Rosa, realizaron una presentación de la mancha a montear, “A Malhada da Peseta». A continuación, el presidente del Capítulo, John Corceiro, procedió al sorteo y nombró como director del gancho a Carlos Covas.
El día se presentó soleado y con buena temperatura y sobre las nueve comenzó la salida de las armadas. La colocación de los puestos fue realizada de manera ejemplar por postores y cazadores. La finca, por su vegetación y el terreno accidentado, ofrece un extraordinario y magnífico paisaje y soberbios tiraderos para la práctica de la caza mayor, habiéndose escuchado expresiones de satisfacción como “¡qué bonita mancha!” o “¡qué mancha tan montera!”.
Sobre las diez horas, como estaba previsto, se soltaron los perros y al momento comenzaron a oírse los primeros disparos. El gancho duró alrededor de cuatro horas, y a lo largo de su transcurso se pudieron escuchar unos 70 tiros, de forma espaciada. La mancha fue batida por cuatro rehalas, que llevaron a cabo su función de manera impecable organizadas por Xico Rosa, un hombre que conoce esta serranía como su propia casa.
La recogida de las armadas también se celebró sin contratiempos y se ensalzó el comportamiento de varios cazadores que ayudaron a la recogida marcando con precisión el lugar donde había reses abatidas, a menudo en lugares de difícil acceso, lo que favoreció la rapidez en localizar a las reses y bajarlas a la junta.
Durante el almuerzo se vivió un gran ambiente, no sólo porque el gancho cumplió con creces las expectativas, sino también porque el potaje de garbanzos y postres de Josefa, rociados con un gran vino de la finca, ayudó a la convivencia. El Presidente del Capítulo aprovechó la ocasión para agradecer a todos el maravilloso día de caza. También se dio las gracias a dos cazadores que han dejaron la mejor postura, pues consiguieron el último sobre del sorteo, dejando el puesto siete que tuvo tantos lances como el número de la misma, ¡aunque sólo ha cobró cinco jabalíes!
La mancha monteada fue el objeto de una elección y una preparación cuidadas, que se tradujo en un resultado excelente. Al caer la tarde, en la junta se contaron veinticinco jabalíes, donde sobresalía el navajero abatido por el arquitecto Fernando Seixas. Curiosamente, el socio más antiguo, Carlos Covas, logró a cinco jabalíes y el miembro más reciente, Luis Santos, cuatro, ¡bienvenido al club ¡!
De las catorce posturas, sólo cuatro no dispararon. Todavía era posible escuchar uno de los “¡qué mala suerte!” o el comentario del Ing. Luis Mira: “¡Marquen otro gancho para el año, que me apunto ahora…!”, que denota el excelente ambiente que vivió durante estos dos días. El año que viene, les contaremos…
