El Parque Nacional de Kruger en Sudáfrica estudia un plan para trasladar algunos de sus rinocerontes a otros parques en un intento por protegerlos de los furtivos.
El objetivo es «minimizar el riesgo» trasladando rinocerontes a otras reservas de animales debido a que el Kruger es blanco frecuente de los furtivos, aunque aún no se ha tomado una decisión concreta sobre la propuesta ni hay garantías de que otros parques sean seguros ante el furtivismo.
Muchos furtivos penetran en el Parque Kruger desde el vecino Mozambique y suelen eludir a los guardias que operan con una vigilancia aérea limitada en una extensión de casi 20.000 kilómetros cuadrados.
Unos 560 rinocerontes han sido abatidos ilegalmente en Sudáfrica en lo que va del año, y más de la mitad fueron muertos en Kruger.
Sudáfrica, que tiene el 70% de los rinocerontes blancos del mundo, perdió la cifra récord de 1.004 de estos animales a manos de furtivos en el año 2013, según cifras del gobierno sudafricano.
Está confirmado que bandas internacionales están involucradas en la muerte de rinocerontes, cuyo cuerno vale una fortuna en los mercados ilegales en ciertas partes de Asia, pues algunos vietnamitas y chinos lo consideran un símbolo de estatus o lo utilizan en la medicina tradicional.
