Fuente: lagacetadesalamanca.es
La crisis está golpeando a todos los sectores y a colectivos, como el de los cazadores, que a partir del año que viene van a tener que pagar más por sus licencias. A partir de enero, en Castilla y León, serán un 60% más caras. El anuncio no ha sentado demasiado bien a la Federación de Cazadores de Castilla y León porque creen que pone en peligro esta actividad.
La tasa para cazar con armas de fuego ronda ahora los 28 euros. A partir de enero, costará 42.
Desde la Federación de Caza de Castilla y León aseguran que en otras comunidades existe un tratamiento preferencial para los cazadores residentes. Hace 10 años, había 170.000 federados en Castilla y León. Ahora, son 40.000 menos.
Esta semana se ha aprobado también la creación de un fondo de gestión en el que se ingresará el 15% del importe de los aprovechamientos cinegéticos. Para el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, es tan solo una «especie de trampa».