Traemos la opinión –personal, cualificada y basada en datos exhaustivos– de un profesional de la caza en África, Santiago Escobedo, que, además de aportarnos su visión sobre el futuro, bastante incierto, de nuestra actividad, nos presenta una cantidad de datos escalofriantes sobre el furtivismo y un resumen de un proyecto esperanzador: Elefantes sin fronteras.
¿Qué pasa cuando algunos quieren limitar o simplemente arrebatarnos algunos de ellos y, sobre todo, sin argumentos de peso, sólo por falta de información, ignorancia o, la mayoría de las veces, por puro despecho? Se puede ser cualquier cosa, pintor, artista, funcionario, médico, titiritero… hasta se puede, por ejemplo, fumar hierba o cambiar de sexo, pero… ¡no se puede ser cazador!
Sí, «cazador», palabra maldita para cada vez un mayor colectivo que nos rechaza, ataca e insulta, sin que, realmente, detrás exista una explicación coherente y contrastada de lo que se dice o hace. Y, lejos de querer informarse, construir, colaborar o, simplemente, estudiar los propios orígenes, nos desprecia porque, ahora es ‘lo que mola’ o lo que está de moda.