El Ministerio de Agricultura (MAPA) prepara un decreto para establecer la norma básica en materia de actuaciones sanitarias en especies cinegéticas y fauna silvestre en el que se establecerán sistemas de vigilancia para detectar la presencia de enfermedades y las actuaciones que en el caso de transmisión deben llevarse a cabo.
El borrador de decreto, que se encuentra en periodo de información pública, establece la obligación de sanear también las especies cinegéticas, en concreto en los jabalíes, los ciervos y los gamos. Aunque el texto actual sólo se refiere a los espacios de categoría I y II, que suponen los cotos cinegéticos de cría intensiva, la organización agraria Asaja reclama que se amplíe la norma para que afecte también a los espacios de categoría III y IV «que son los más comunes en Castilla y León».
La normativa establece que se vigilará anualmente la tuberculosis en especies cinegéticas y en fauna silvestre y que se gestionarán de forma adecuada los productos de caza, tal y como recoge el Decreto 50/2018. En dicho decreto se recoge que «una correcta gestión de los subproductos generados por la caza, al objeto de evitar que sirvan de alimento a carnívoros oportunistas y jabalíes, sin duda contribuiría a mejorar la situación sanitaria actual».
Asimismo, no se permitirá el aporte de alimentación suplementaria a las poblaciones de jabalí, ciervo o gamo salvo que se obtenga una autorización específica. El borrador también recoge que en los cotos de cría intensiva no se permitirá que las especies cinegéticas compartan espacio con los animales domésticos.
Según señala Asaja, uno de los avances de esta normativa es que establecerá la autorización de eliminación de jabalíes a lo largo de todo el año, que entren en contacto con el ganado cuando se trate de espacios de categoría IV y no haya un aprovechamiento de caza mayor. Otra de las medidas contempladas es establecer la obligación de llevar a cabo controles poblacionales de especies cinegéticas si por su elevada presencia se compromete el estatus sanitario. Esta cuestión, tanto en los cotos de caza como en los espacios naturales, recae sobre la administración pública, según la organización agraria, que considera que se trata de «un primer paso para sanear también las especies cinegéticas, transmisoras de enfermedades a la cabaña ganadera y abordar la sanidad animal bajo el principio de ‘una sola salud».
La organización se congratula en un comunicado de que «a día de hoy ya no haya duda de que ciertos reservorios silvestres están comprometiendo el progreso hacia la erradicación de la tuberculosis bovina» y señala que la Junta de Castilla y León «ha sido pionera en el establecimiento de normas para luchar contra la trasmisión de enfermedades de las especies silvestres a las domésticas».
La norma también es más estricta en el registro de los cotos cinegéticos y en los requisitos para el traslado de ejemplares de jabalíes, ciervos y gamos entre diferentes cotos.
Fuente: diariodeleon.es