La Real Federación Española de Caza (RFEC) y las Federaciones Autonómicas de Caza (FFAA) se muestran consternadas por el accidente que sufrieron varios perros y un ciervo en el término de Herreruela, Cáceres, y en el que algunos canes cayeron por una risquera cuando se encontraban persiguiendo a un venado en el campo.
El sector cinegético quiere recalcar que es un hecho totalmente fortuito y aislado, fruto del instinto y la naturaleza de los perros que han desarrollado durante miles de años, que ha tenido la fatalidad de producirse en una zona peligrosa, como ha sido este barranco. No obstante, inmediatamente después, como no puede ser de otra manera, los perros implicados fueron atendidos por veterinarios en el mismo lugar de los hechos y en clínicas veterinarias.
Todas las Federaciones quieren expresar su apoyo incondicional al rehalero afectado por semejante fatalidad que obró con el convencimiento de actuar con la máxima diligencia.
Del mismo modo, la RFEC y las FFAA lamentan que ninguna organización animalista, simpatizantes ni medios de comunicación afines se hayan hecho eco con la misma intensidad y vehemencia del fallecimiento de dos cazadores por querer salvar sus perros tras caer en sendas balsas de agua o del cazador herido el año pasado al despeñarse mientras intentaba rescatar a uno de sus perros en la provincia de León.
Para Ángel López Maraver, presidente de la Real Federación Española de Caza, la repercusión de este accidente, “demuestra, una vez más, la existencia de un lobby animalista, apoyado por políticos y personajes de la escena pública, que utilizan cualquier hecho llamativo relacionado con la caza para, sin conocer ni profundizar en causas ni detalles, criminalizar al sector en una campaña orquestada de desprestigio constante hacia la caza”, una actividad imprescindible en la gestión de los ecosistemas y garante del desarrollo rural.