La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha emitido un comunicado en el que «lamenta» la polémica generada en torno al consumo de la carne de caza, ya que, dice, «se ha provocado un alarmismo innecesario y que no se corresponde en absoluto con la realidad» de las posibles repercusiones para la salud pública, como ya han expuesto numerosos expertos, y porque asegura «supone un duro golpe para una industria que crea muchos puestos de trabajo».
Desde la Federación se recuerda que se llevan «decenas de años» consumiendo esos productos, incluso en altas cantidades, sin que se hayan producido repercusiones negativas, «pero ahora una desafortunada comunicación, ampliamente difundida por los medios de información, ha creado una situación que, de no cortarse de raíz, será absolutamente irreversible».
Si ya de por sí el precio de la carne de caza se mueve en unos parámetros muy bajos por la caída de la exportación a otros países, ahora la difusión de la nota de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria puede suponer un derrumbe total si el consumidor final vuelve la espalda a un producto que, según recalcan desde la Federación, «que cumple con todas las normativas y que tras su preparación cuenta con las mayores cotas de calidad, incluida su homologación con los más estrictos protocolos».
Al margen de los cazadores
Desde la RFEC quieren hacer una llamada «a la serenidad y la prudencia», al tiempo que denuncian lo que en su opinión es «una enloquecida campaña a partir de unos informes para los que no hemos sido ni siquiera consultados». La institución federativa asegura estar sorprendida por la falta de participación del sector relacionado con la caza en el estudio que ahora se ha difundido, y que contiene con unas recomendaciones con las que la RFEC no está de acuerdo en su conjunto. En palabras del propio presidente federativo, Andrés Gutiérrez, «es un locura y un disparate, ahora se dan cuenta después de años sin ningún problema».
En uno de los puntos del citado informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, se recomienda «promover la sustitución y/o prohibición de la munición de plomo a favor de otras alternativas existentes», como la munición de acero o tungsteno. La RFEC considera en este sentido que la viabilidad de una prohibición del uso del plomo depende de la existencia de alternativas serias y viables. Sobre este tema desde la RFEC se recuerda que llevan años trabajando, con apoyo económico de los propios cazadores, «sin ayuda alguna de las Administraciones», en la búsqueda de un material ecológico alternativo que sustituya al plomo.
La carne de caza, 100% segura
Asimismo, la Real Federación Española de Caza apoya «totalmente» la postura adoptada por la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza de España (ASICCAZA), organización que ha recordado que el propio informe de la ASEAN ha calificado de «incompleta» la documentación existente en España respecto al contenido de plomo en la carne de caza.
La Interprofesional de la Carne de Caza asegura que la carne de caza es ecológica y natural y una de las más seguras desde el punto de vista sanitario, y que las industrias cárnicas cumplen estrictamente con las normativas de la UE. También ha recordado la existencia de sistemas de detección de metales, lo que hace prácticamente inviable que en el mercado comercial pueda ser consumida carne de caza con contenido alguno en plomo. ASICCAZA «lamenta» la actitud alarmista que ha podido provocar unas noticias que pueden poner en peligro la actividad y el esfuerzo de muchas empresas y muchos puestos de trabajo.
Desde la RFEC y ASSICAZA se pide a las distintas administraciones que muestren un apoyo real a un sector que es, en estos tiempos de grave recesión económica, uno de los principales motores del desarrollo rural de este país. «Antes de difundir informes sin todos los elementos oportunos para su elaboración y aconsejar unos consumos determinados, que por otra parte no se suelen superar ni con mucho por la población española, creemos precisa una reunión de todos los sectores afectados y la aportación de una amplia documentación antes de hacer juicios de valor apresurados y, sobre todo, de crear una situación de preocupación social que no se corresponde con la realidad del supuesto problema. Es una pena que, una vez más, tanto desde la Administración como desde los medios, sólo se preocupen de la actividad cinegética y de todo lo que genera en España cuando surgen estas informaciones alarmistas», señalan.
Por último, la RFEC ha anunciado que dará a conocer nuevos datos sobre la materia en breve, mientras que continúa analizando otros informes publicados en revistas científicas.