Quién me iba a decir a mí, que me crié con los catálogos de RWS como lectura de cabecera, que acabaría visitando la marca que tanto he admirado. Y es que RWS, que siempre ha sido munición de la máxima calidad, ha ofrecido históricamente, al cazador europeo, tanto cargas como puntas pensadas para nuestra caza, amoldándose perfectamente a nuestras modalidades.
Analizando cargas y cartuchos tengo siempre una calculadora, papel y bolígrafo a mano, y raro es que no aparezca al menos una carga de la marca en puestos destacados cuando se trata de ofrecer lo mejor al cazador, sencillamente porque la meticulosidad de sus desarrollos ponen el listón muy alto, haciendo difícil a la competencia llegar a ello. Tres son las características fundamentales que hacen de RWS munición Premium para el cazador: regularidad, prestaciones y eficacia, de algún modo el círculo completo de lo que le podemos desear en nuestra canana.
No me diga que lo primero que llama la atención al echar un rápido vistazo al catálogo de la marca es que se llenan nuestros ojos de proyectiles muy elaborados. A las puntas históricas añade recientemente un buen número de desarrollos que vienen a completar la oferta, modernizándola, acercándola a las nuevas tendencias en cuanto a cartuchería. Junto a las conocidas KS, DK, T-Mantel, H-Mantel o las ID y UNI Classic suenan ahora las soldadas Evolution, las Bionic Yellow y Black o, más recientemente, las Evo Green, las Speed Tip o las últimas HIT. Está claro que su preocupación por ofertar puntas de máxima calidad les ha llevado a poner sobre la mesa desarrollos actuales y, a la vez, exquisitos.
Mire tres ejemplos de ello: Evo, Speed Tip y la Hit, una soldada, una punta de plástico de primera generación y, finalmente, una monometálica hueca con punta de polímero. Ninguna de las tres se ha quedado en la simplicidad, todas son evoluciones, mejoras de sistema. Está claro que toda la experiencia que RWS tiene en el diseño y la elaboración de proyectiles, facilita enormemente el trabajo, pero, así mismo, también es evidente que el nivel de exigencia no permite dudas.
Fíjese, si no, en la Evo, en la punta Evolution. Lejos de ser una punta soldada más, es toda una híbrida que amasa tradición, materiales probados y la experiencia de tantos años de la H-Mantel. Si miramos a la Speed Tip, vemos como, tomando la base de los plásticos de primera generación, sin soldar, añaden capacidad de penetrar, de retener, consiguiendo finalmente fragmentación rápida y penetración suficiente.
Y llegamos a la Hit, la recién salida del horno, precisamente el motivo fundamental de nuestra visita a Ruag. Es aquí donde se perfila más claramente la tendencia modernista de la marca. Echa mano por vez primera de otra firma muy conocida, Barnes, la estrella en puntas en puntas huecas de cobre, tomando como suyo al TTSX.
Recuerdo que desde el momento que supe del desarrollo de Hit no dejé de pensar en cómo explicarían la escasa diferencia con la Tipped americana, claro, que entonces yo no sabía que era lo mismo. Bueno, un instante, permítame que haga un inciso, exactas no son: la alemana abre más la boca del orificio frontal, de forma que la expansión se produce con mayor facilidad. Luego, inserta su punta de plásti
co particular, del mismo tipo que la utilizada en la Speed Tip, con doble cavidad. Finalmente, recubre el cobre con una aleación de Nickel y Plata, consiguiendo un proyectil similar al Barnes, pero con algunas características distintas que lo mejoran ligeramente. Pues ya lo ven, la eficacia a la que hacía referencia aparece claramente, sin dejar lugar a la improvisación, detalle a detalle.
Y sigamos mirando tablas balísticas y comparando números, verá como se manifiesta con rapidez las altas prestaciones que consiguen. Velocidades y energías dispuestas a ofrecer al cazador la máxima capacidad que le puede ofertar su cartucho. Esta característica, bien conocida, de cartuchos muy cargados, ha sido rebajada substancialmente a través del tiempo. Mientras antes la munición RWS era la más potente a excepción de contadas cargas, hoy en día, aún siendo fuerte, ya no es el límite, existiendo muchas series de otras marcas que pueden superarla o, al menos, la igualan. Finalmente, la regularidad, sencillamente el índice que mejor indica la precisión, es decir, que estén cargados todos los cartuchos de una forma tan similar que su comportamiento sea el mismo. Los títulos deportivos conseguidos la avalan. ¿Y cómo consiguen todo esto? Sencillamente, haciendo las cosas con mucho método, con mimo, sin dejar nada al azar. Venga, véngase conmigo, mire como trabajan en RWS. CyS
Por Michel Coya
A la llegada a la fábrica de Ruag, en Núremberg, uno se sorprende al ver que estamos ante una factoría que realmente es todo un pueblo, con pequeñas edificaciones de ladrillo. Realmente estamos ante los edificios originales, ya que durante las grandes guerras estas instalaciones siempre fueron respetadas. Actualmente el grupo engloba a RWS, Geco y Norma, pero además de fabricar cartuchería, también hacen otros productos, como el gas para los airbags o municiones para los martillos de clavos Hilti. Al fondo pueden observar la torre para la fabricación de perdigones de plomo por gravedad.
Los cañones probeta para la prueba de las diferentes cargas y cartuchos son en general acciones M-98.
Dentro del gran armero se encuentran algunas curiosidades difíciles de contemplar en otro lado. El fusil de asalto H&K G11 es una de ellas. Su munición era la 4,73×33, teniendo como curiosidad el que no llevaba vaina, haciendo su función el propelente comprimido que incluso embuchaba al proyectil. Este proyecto estuvo a punto de acabar con la marca que lo desarrolló.
Una marca que se precie, como RWS, de ofrecer al cazador munición de máxima calidad, necesita de armas diferentes y reales donde probarla. Diferentes longitudes de cañón o pasos de estría son recogidos extensamente en este muestrario con muchas joyas ya fuera de producción. Combinados, express, monotiros, semiautomáticos, de palanca, de cerrojo, escopetas, militares, armas cortas, subfusiles… Simplemente, de todo.
En campos de tiro subterráneos se mide la regularidad. En estas instantáneas pueden ver diferentes cartuchos y cargas para testar junto al campo de tiro donde se hará.
Junto a Jaume Taberner y Luis Ferrer, de Gamo, la empresa distribuidora de la munición RWS en España, la representación de armeros y prensa pasamos el segundo día en Ulm, en MSZU, el macrocomplejo dedicado a la caza y las armas.
El muestrario de munición realizada por RWS a través del tiempo es alto. El refinamiento llega a la cartuchería personalizada, con el nombre de su propietario grabado en la vaina.
Las instalaciones del complejo MSZU recogen, además de una impresionante armería, campos de tiro al plato cubiertos y galerías subterráneas para el tiro con rifle. Esto último lo practicamos sobre shooting cinema con algunos de los rifles más recientemente puestos en el mercado. La munición utilizada en esta ocasión es especialmente hecha para ello, más suave y con punta hueca para frenarse mejor en el parabalas.
La mano del hombre, del operario especializado detrás de cada máquina, de cada paso. No estamos ante recarga manual, pero, de algún modo, la excelencia la consiguen utilizando la maquinaria supervisada en cada momento. Siempre están los ojos y las manos del hombre para garantizar que el producto es impecable y preciso, tanto si estamos ante la línea de producción de cartuchería central, Rotweil de perdigones o anular, faceta esta última donde RWS destaca en el mundo de la competición.
Junto a la visita a las instalaciones de la fábrica de RWS, el plato fuerte de la visita era la prueba en laboratorio de las municiones Speed Tip y la nueva Hit. Sobre dos bloques de gelatina balística y a unos 25 metros, disparamos una bala de cada tipo. El calibre utilizado el .30-06 Sprgf., el rifle un Krico 700.
El método utilizado para explicar la diferencia entre ambos proyectiles consiste en cortar en rodajas, por el mismo sitio, ambos bloques. Posteriormente se mide la cantidad de agua que puede alojar el orificio de la bala en cada porción. Cada una de ellas corresponde a la parte vital de un grupo de piezas; así 7,5 cm serían los necesarios para un corzo, 15 cm para un jabalí, 25 cm para un ciervo o 40 cm para un oso. Sólo falta, entonces, comparar cuánto líquido aloja la cavidad generada por ambos proyectiles en cada uno de ellos.
Mientras la Speed Tip genera una cavidad enorme comenzando cerca de la superficie, Hit es mucho más profunda y de menores dimensiones. Estamos ante la clásica discusión sobre que es lo más recomendable, una punta que haga una expansión muy violenta o aquélla que llega siempre hasta donde queremos, sea cual sea la posición de la pieza. Está claro, no obstante, que la nueva monometálicas de RWS es una punta creada para especies grandes, para rececho, poco destructora de carne, válida para un amplísimo espectro de piezas y tamaños.
La evidencia de la diferencia de comportamiento de ambos proyectiles es ésta: en mi mano reposa el proyectil Speed Tip expandido, recogido del bloque de gelatina… El Hit pasó limpiamente el bloque, desapareciendo en la arena del tragabalas.
