El Gobierno francés destruyó este jueves tres toneladas de marfil que habían sido requisadas por sus servicios aduaneros entre 1987 y 2007, en un acto simbólico junto a la Torre Eiffel para demostrar su compromiso en contra del furtivismo de elefantes y rinocerontes, según informó la Agencia EFE.
Entre las piezas convertidas en polvo con una trituradora había más de 15.000 objetos tallados en marfil y 698 colmillos, por un valor total de un millón de euros en el mercado negro, según explicó el Ministerio de Ecología galo.
«Somos el primer país europeo que destruye sus reservas de marfil», declaró el titular de Ecología, Philippe Martin, quien subrayó que, con esta acción, el Gobierno francés «envía un mensaje a todos aquellos» que se lucran con un tráfico «que pone en peligro la supervivencia del elefante africano».
Martin agregó que de ahora en adelante todas las piezas requisadas serán igualmente destruidas y que el Gobierno pretende multiplicar por diez el valor de las multas en caso «de infracción simple» por traficar con marfil (de 15.000 a 150.000 euros) y por cinco en caso de que se haga dentro de una banda organizada (de 150.000 a 750.000 euros).
Según el Ministerio es la primera vez que un país europeo destruye las incautaciones acumuladas desde la entrada en vigor de la moratoria sobre el tráfico de marfil, que en Francia fue en 1989.
El comercio internacional de especies amenazadas supone, en términos económicos, el cuarto mercado mundial más rentable detrás del tráfico de drogas, las falsificaciones y el tráfico de personas.
