Pinturas que en el lienzo perfilan el nuevo ciclo de la vida, el momento cumbre en el que el tiempo se detiene y el instinto ancestral trastoca los sentidos, revuelve la sangre e incita al desafío que, grabado a fuego en los genes, provoca una explosión de salvajes sensaciones.
Barrunta la hembra el viento fresco del otoño que acopia efluvios de savia para renovar la vida. El ciego impulso maternal, impreso en la memoria colectiva, renueva los ardores de su vientre que se agita, si tiene la certeza que la madre natura la protege dando frutos con los que insuflar fuerza a su prole. La lluvia fresca del otoño la hace receptiva.
Y es en ese instante único en el tiempo cuando todo se trastoca y el rey del monte reclama su derecho a ser el más fuerte entre los fuertes. La llamada de la sangre le incita al desafío para lograr esparcir su simiente. Y el instinto hará el resto. Lanzará su reto al viento por si alguno duda de su derecho a ser el único. Y lo será si gana la batalla. Alcanzará el derecho ancestral de la sangre a ser el rey, el dios del monte y a dejar su estirpe sobre la tierra. Es tiempo de berrea.
LANZANDO EL RETO
El grito de guerra que se expele a los cuatro puntos cardinales anunciando que ha llegado el momento, que un nuevo ciclo comienza y el conflicto va a estallar.
LA BATALLA
Dos fuerzas imprevisibles de la naturaleza se enzarzan en una lucha sin retorno… Sólo habrá un vencedor, único, capaz de cumplir con el rito ancestral.
LAS HURÍES
Se revoluciona el harén y se predispone al disfrute. Melindrosas, mostrarán sus encantos sólo al más fuerte que pueda dejar en su vientre la mejor huella.
LA PASIÓN SE DESBORDA
Y en un alarde de potencia inusitada, el rey será capaz, con su fuerza imposible, de lograr un reto increíble. Los más débiles esperan la migajas.
MISIÓN CUMPLIDA
Y regresa a sus dominios, la espesura, ahíto y derrengado, satisfecho y marchito… aunque con la misión que la naturaleza le encomienda bien cumplida.
ESTAMPA
Porte, planta, presencia, distinción, prestancia… Esa es su imagen, así la proyecta por umbrías y solanas, y por las trochas y sendas que le conducen hacia lo que le espera.
AMENAZA
Consciente de su poderío, y la fuerza que le marca la sangre, lanza al aire su voz que clama derecho y exhorta amenazas hacia el que se sienta tentado…
Y LLEGÓ EL MOMENTO…
La fuerza y el instinto le desbordan… Lanza su grito al viento y anuncia que es el dueño único de su universo y que nadie le va a impedir la misión encomendada…
TIEMPO DE BERREA
Tiempo otoñal, sensual, de lánguida placidez que emana del monte, sólo rota, desgarrada, por la huella indeleble del tiempo reclamando el derecho a la vida.
Por Redacción / Fotografías: RoMo