Caza Mayor Relatos

Sombras de berrea

Nerviosos nos removemos en el sillón buscando confirmación en la mirada del otro que, a las claras, muestra que también lo ha oído. Tiempo llevamos esperando su aparición y, fiel a su cita anual, ¡ya está aquí!
La llegada nos sorprende como a niños, como a primerizos asombrados de escuchar un tenue rumor que se cuela por la ventana en mitad de la noche, entre el canto de unos grillos. Ha pasado un año más, ¡otro!, y es un examen a nuestra afición que asoma plena de nervios e ilusión a partes iguales. Creo, que de la berrea cuelgan muchas cosas, desde aventuras a sentimientos y también nostalgias: de recechos disfrutados, de jornadas camperas prismáticos y cámara de fotos en ristre, de innumerables momentos al amanecer, al atardecer o bajo la luz de las estrellas jugando a adivinar al autor de los berridos. Y es que la berrea pareciera que viene a confirmar lo que somos…

A lomos del otoño, cabalgando entre septiembre y octubre, aparece. Cuando el verano busca el ocaso y pocos son ya los días que le quedan en el calendario; casi de soslayo la brama del venado comienza a sonar débil, tímidamente… Con el pasar de los días irá madurando y tomando fuerza, empujada por noches más largas y frías; más aún si el campo ha recibido esas primeras lluvias que, además de despertar el celo en las hembras, levantan el intenso aroma a pasto y tierra mojada abriéndonos de par en par el baúl de los sentidos.

En este tiempo las sierras se adornan de reses en el rito más importante para la especie aunque no de cualquier modo, no, sino, como todo lo que sucede en la naturaleza, siguiendo pautas que garanticen su prosperidad. Pautas o comportamientos en definitiva que seguimos, cual si sombra de los venados fuésemos, intentando sacar provecho de la ocasión relevante y única que es intentar descubrir ejemplares que creíamos desaparecidos o, incluso, desconocidos.

Estremece escuchar la intensidad de los berridos en la oscuridad de la noche, atravesando el silencio, sonando como una coral que ha perdido el compás: por aquí por allá, a preguntas llegan respuestas, a envites los desafíos y a la réplica, la pelea. Aquí la ley es la fuerza.

Quejidos al viento, promesas de amor…, es la berrea y nosotros, parte de su sombra.

Por Ángel Luis Casado Molina / www.librosdecaza.es

Imagen destacada: @RoMo

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