Texto: Adolfo Sanz
Fotografías: Antonio Mata
Aquella primavera de 2008 devolvió el agua a Cataluña, aunque fue de golpe. Una incompresible sequía hizo saltar las alarmas, hasta que… «En abril, aguas mil», y en mayo más. Y en mayo estaba este cronista, con su amigo Antonio Mata al mando de la imagen, en un coto privado de Els Ports dispuesto a dar caza a un macho montés selectivo; claro que un selectivo de esta zona, puede ser un macho estupendo. Un macho de esos que denominamos ‘aviones’ –muy abiertos de punta a punta–, aunque aquí los hay con cuernas de distintas formas. Nos recibió un Ebro desbordado, sobrecogedor. Nos recibió un paisaje conocido, con las nubes escondiendo por momentos su grandeza. Nos recibió una gente encantadora, los hermanos Gerard y Francisco Villaubí, su madre, Nati Barberá, y Salvador Cardona… se volcaron con nosotros.
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