Con la general cerrada y metidos ya de lleno en el corzo, no está de más recordar algunos trabajos de puesta, mantenimiento y limpieza de nuestro equipo. Armas, óptica, municiones, cuchillos o, incluso, ropa y calzado, deben ser revisadas y cuidadosamente limpiadas para encontrarlas en perfecto estado de uso cuando comience la nueva temporada.
Recuerdo el caso cercano de un compañero que guardó su rifle junto a una manzana, sorprendiéndose, al comenzar la nueva temporada, cuando lo sacó de la funda para subir al monte y se encontró el cañón completamente oxidado e inservible. Sin llegar a despistes de esta categoría es sencillo evitar contratiempos con sólo poner un poco de interés y gastar unos minutos antes de encerrar a nuestros equipos dentro de los armeros.
Al montante económico que puede suponer la reparación o compra de uno nuevo viene a unirse la seguridad, tanto la nuestra como la de nuestros compañeros. Nunca olvide que el ejercicio de la caza está obligado a mantener un estricto seguimiento de ésta y un buen mantenimiento de nuestros equipos es el primer paso para conseguirla.