En la prensa

Los cazadores piden que el lobo no se diferencie del resto de la caza mayor

Fuente: diariodeleon.es

La Federación de Caza de Castilla y León aboga por romper el «tabú» existente con el lobo, ya que los cupos de captura de este animal «son tres veces menos» respecto a otras especies y nunca se llegan a cubrir, según manifestó el presidente de la entidad, Santiago Iturmendi. La Federación apuesta por que el lobo tenga un criterio de gestión que no sea diferenciado de otras especies de caza mayor.

 

El nuevo plan de gestión de la especie en la Comunidad, actualmente en fase información pública, recuerda que el lobo es especie de caza al norte del río Duero y dado que este animal se organizada «mayoritariamente en manadas» que se mueven entre varios cotos, «su aprovechamiento se realizará con un ámbito comarcal». Por ello, se fijan unos cupos de capturas para cada comarca, pero en las últimas temporadas no se llegaba a cubrirlos ni en la mitad.

En la última temporada de caza (2012-2013) es en la que más se ha aproximado los cánidos abatidos, con 74 lobos cazados de los 138 autorizados en la Comunidad. Hasta entonces, solo se habían abatido 54 de los 124 autorizados en la campaña 2011-2012, 51 de 115 en la anterior, 37 de 126 en la temporada 2009-2010 y 41 de 100 en la de los años 2008 y 2009, que marcan el inicio del plan actual en proceso de revisión.

Las que más cazan

Estas cifras, que proceden de la Junta de Castilla y León, reflejan que desde que empezó el plan actual, en el 2008, solo se ha cubierto el cupo en algo más de 42%, aunque en Zamora se ha alcanzado el 62% y en León el 47%, pero en otras provincias como en Burgos o Valladolid apenas se llega a un tercio del número de lobos que se pueden cazar cada temporada cinegética.

Santiago Iturmendi ha defendido que en la caza del lobo se tiene que acabar con el «tabú» existente sobre esta especie «y tiene que imperar la racionalidad», ya que las capturas se autorizan en unas fechas y cotos determinados mientras «el lobo se mueve, no espera». El área de campeo de una manada oscila entre los 100 y los 500 kilómetros cuadrados.

Además, en muchas ocasiones en que se avista el ejemplar cuya caza se ha autorizado este no va solo, por lo que «no habría problema» en abatir un lobo más dando el correspondiente aviso a la guardería medioambiental para que llevara el precinto que se exige, señaló. Aunque los censos de la especie que lleva a cabo la Junta «son muy buenos», y de ellos depende el cupo en cada comarca, el sistema para aplicar los cupos «es un error», añadió.

El nuevo plan de gestión plantea que «dado que la población de lobos se ve afectada por mortalidad accidental o ilegal, el aprovechamiento cinegético no superará el 10% de la población estimada a partir del censo de manadas» en cada comarca. No obstante, «en las comarcas con mayor dotación de medios de vigilancia, así como en aquellas con una mayor siniestralidad por daños a la ganadería, el aprovechamiento cinegético podrá subir hasta el 18%».

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