La española Asociación Interprofesional de la Carne de Caza(ASICCAZA) es la primera patronal agroalimentaria europea de la historia que ha logrado obtener una subvención de la Unión para promocionar este alimento.
Bajo el lema “Carne silvestre de Europa, naturaleza en estado puro”, la campaña, que durará tres años y tiene un presupuesto de un millón de euros –de los cuáles la UE aporta un 70 % y la patronal un 30 %–, tiene un doble objetivo: promover el consumo de la carne de caza en España y ganar cuota de mercado en Francia, uno de los principales mercados europeos, donde la carne española tiene que competir con la que viene de Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá (sujeta a menores controles).
España es uno de los mayores productores de carne de caza de Europa, pero uno de los que menos la consume. Casi el 90 % de la carne que sale de nuestros cotos se exporta (más de la mitad a Alemania) sin que aquí sepamos darle el valor que tiene.
“Estamos a la cola de consumo medio por persona en Europa”, explica a Directo al Paladar Jaime Hurtado, director gerente de ASICCAZA, tras la presentación de la campaña en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. “En otras partes de Europa sí hay esa cultura y ese comercio, hay interés de compra y, por tanto, oferta en los lineales. Un francés tiene un consumo medio de 600 gramos al año. Aquí es nada de nada, es anecdótico”.
Cambio de imagen (y denominación)
La evolución del consumo de carne de caza en España está íntimamente ligada a nuestra historia como país. Como explica Hurtado, cuando había gente en el campo había mucho autoconsumo de caza menor, pero ahora el panorama es radicalmente distinto: “Ahora estamos todos en las capitales, la caza menor se ha ido a pique y lo que hay es muchísima más caza mayor”.
España es hoy el principal exportador de ciervo de toda Europa y produce un total de 300.000 canales de caza mayor al año, un tipo de carne que, sencillamente, nunca hemos consumido. “La caza mayor antiguamente, y hablo de muchos siglos atrás, estaba asociada a los reyes, los nobles, y no me toques un ciervo que te quemo en la hoguera”, apunta Hurtado. “La gente del pueblo solo consumía caza menor, conejos y perdices, que antes había en abundancia y ahora no”. Son tiempos completamente diferentes, pero se sigue asociando a la caza una imagen distorsionada, que nada tiene que ver con su realidad actual.
Uno de los aspectos que más llaman la atención de la campaña es que se evita nombrar la palabra “caza”, que como explica Hurtado tiene asociadas unas connotaciones negativas a su juicio injustas, pero imposibles de obviar. “No se ven las bondades de las que hablamos, es caza, le han pegado un tiro a ese bicho”, asegura el director de la patronal.
¿Y cuáles son estas bondades? Como trata de incidir la campaña, la carne silvestre proviene de animales que gozan del mayor bienestar posible, pues viven en total libertad. Su alimentación es variada y silvestre, lo que aporta a la carne un sabor y unas propiedades nutricionales únicas. Pero, además, la actividad cinegética controlada (como se produce en España) permite la conservación de los espacios naturales y su práctica no tiene apenas contaminación asociada.
Necesaria para el rural, ideal para los cocineros
Otro de los elementos diferenciadores de la carne silvestre, que Hurtado reconoce ha sido una fortaleza importante de cara a obtener la subvención de la Unión Europea, es que fomenta enormemente el desarrollo rural. “Gracias a que hay caza muchos pueblos no se mueren de asco durante la temporada”, asegura el director de ASICCAZA. “No tienen otra opción económica nada más que la caza”.
En 2016, según un estudio realizado por Artemisan, la actividad cinegética supuso el 0,3 % del PIB de España y, según datos de la Oficina Nacional de la Caza, genera unos 54.000 empleos anuales directos o indirectos, fundamentales para las áreas rurales de Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía. “El sector de la caza es uno de los motores de la actividad rural”, insistía en la presentación de la campaña el presidente de ASICCAZA, Florencio Rodriguez.
La campaña, no obstante, más que poner en valor estos aspectos positivos de la carne silvestre –sobre los que hay colectivos ecologistas que discrepan–, se centra en promocionar el valor culinario de la misma.
Uno de los lemas de la campaña, “Disfruta de la carne más noble”, va dirigido a poner el producto de moda en la élite culinaria y que su consumo tenga un interés aspiracional. Aunque, como han reconocido sus promotores, no llega el presupuesto para hacer anuncios en televisión –un millón de euros cunde menos de lo que parece–, la campaña se promoverá por redes sociales y medios impresos y online, apuntando a un target principal: hombres de entre 35 y 60 años, de perfil socieconómico alto.
Y las mujeres ¿no comen caza? “El estudio de oferta y demanda que hemos realizado es lo que nos marca”, reconoce Hurtado. “Al final esa nobleza y demás está asociada al tema varonil, los cocineros también, y hemos hecho lo que nos orientaron. No es el momento para posicionarnos con las amas de casa o los supermercados”.
Cosas del marketing, supongo.
Fuente: directoalpaladar.com