En la prensa

El furtivismo de rinocerontes sigue descendiendo en Sudáfrica de forma progresiva

Sudáfrica logró en la primera mitad de este 2019 que siga descendiendo el furtivismo de rinocerontes muertos, aunque aún hubo que lamentar la pérdida de 318 ejemplares, según cifras oficiales difundidas recientemente.

En concreto, la reducción del número de animales muertos fue del 17,6% respecto a los datos mismo semestre del año anterior, en el que los furtivos se cobraron la vida de 386 rinocerontes.

Estas cifras, aunque siguen siendo altas dada la gravedad de la amenaza que se cierne sobre la especie, apuntan al optimismo después de un 2018 que ya dejó en Sudáfrica -el país con más rinocerontes del mundo- la buena noticia de que se había logrado reducir el furtivismo de rinocerontes un 25%.

Los buenos datos del primer semestre de 2019 fueron revelados la semana pasada por la ministra de Medio Ambiente del país, Barbara Creecy, en un comunicado emitido con motivo del Día Mundial del Rinoceronte.

«Aunque la batalla para acabar con el furtivismo de rinocerontes está lejos de terminar, estamos orgullosos de decir que nuestros esfuerzos como Gobierno, propietarios privados de rinocerontes y ciudadanos preocupados están dando dividendos», señaló la ministra en el texto.

Colaboración entre los principales actores

La colaboración entre los distintos actores privados y públicos, dentro una estrategia integral nacional, y, a nivel local, el haber sumado a las comunidades a la corriente de la conservación es, según Creecy, la gran clave de los éxitos cosechados.

De las 318 muertes registradas en el primer semestre de 2019, la gran mayoría (190) se volvieron a producir en el parque nacional Kruger (noreste), una de las mayores reservas naturales de África y hogar de la mayor parte de la población nacional de rinocerontes.

Allí, entre enero y junio, hubo hasta 1.202 incursiones o intentos de ello por parte de los furtivos, de acuerdo a los datos revelados.

El descenso de las muertes en el último año y medio parece cambiar por fin las graves tendencias que se habían registrado en la última década.

Concretamente, las alarmas empezaron a sonar en 2008 –en 2007 sólo habían muerto 13– y en 2014 se alcanzaron las cifras más preocupantes, con 1.215 rinocerontes cazados.

Los furtivos buscan sus cuernos, que se venden sobre todo en los mercados asiáticos, donde se le atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas. En el mercado negro, el cuerno alcanza valores de entre 60.000 y 80.000 dólares por kilo.

En Sudáfrica se estima que viven unos 20.000 ejemplares, lo que supone de lejos la mayor colonia de estos animales en el mundo.

Fuente: ABC

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