En la prensa

Un estudio revela la buena salud del jabalí y la eficacia de la caza en su control

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Un estudio revela que la tendencia de la población del jabalí es al alza. Así lo afirma el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.

Lo afirma tras analizar los datos de capturas de los últimos años y sacar unas tempranas conclusiones (que deberán ser confirmadas con el paso del tiempo) del estudio, que lleva a cabo desde el 2017 a través del control de ejemplares con collares con GPS y crotales.

Ese análisis surgió de la necesidad ante un animal que generaba cierta polémica debido a los problemas en la siniestralidad en la carretera. Además del aumento de daños agrícolas, unido al riesgo que podía causar una población abundante ante la expansión de enfermedades como la tuberculosis o la amenaza actual de la peste porcina.

Más allá de los datos extraídos de las libretas de caza mayor, se quería descubrir cómo los jabalíes emplean su territorio y cómo interfieren las diferentes infraestructuras en su movilidad.

Aunque se trata de una iniciativa destinada al medio o largo plazo, desde Medio Ambiente ya han valorado algunas informaciones, con aportes muy interesantes para conocer el movimiento de esta especie.

La caza herramienta eficaz de control

La más importante, la confirmación de que la caza es la herramienta de control más eficaz, ya que el 50% de los animales controlados fueron abatidos antes de los cuatro primeros meses.

El departamento revela que la muestra del estudio es pequeña, aunque el objetivo es ir aumentándola. Hay seis ejemplares con collar y 24 que han sido marcados con crotales. A partir del 2017, se solicitó la ayuda de los cazadores para que avisaran a Guarderío Forestal cuando abatieran un animal marcado. “Es importantísimo contar con su apoyo -expresan-, porque es el cazador el que nos revierte la información. Y han actuado de una forma ejemplar desde el minuto uno, lo que hay que agradecer y resaltar”.

En este sentido, fueron los propios miembros del sector cinegético los que hace un mes dieron la voz de alarma después de que un animal fuera cazado y se descubriera que una de sus patas estaba enganchada con un collar. A través de su interlocutor con la Administración, la Federación Navarra de Caza (FNC), se requirió al Gobierno que se facilitara información al respecto.

Seguir los protocolos de manejo

Desde el Ejecutivo indican que, al interactuar con un animal silvestre, se dan una serie de riesgos, pero subrayan que los protocolos de manejo de fauna se han seguido a rajatabla. “Siempre se le procura la mejor atención y se trata de minimizar cualquier daño”, exponen. Hay que incidir, además, en que hay múltiples factores que influyen en la holgura del collar, como, por ejemplo, la diferente masa corporal que presenta un ejemplar antes y después del invierno.

En cuanto a los apuntes iniciales de la investigación, se remarca que se ha confirmado la territorialidad de los jabalíes, aunque hay algún animal que, por ejemplo, recorrió 40 kilómetros en dos días. A su vez, resulta sorprendente su empleo de ecosistemas muy variados, no solamente arbolados, para encamarse. “Nos hemos dado cuenta de que un jabalí tiene encames más parecidos a los de un conejo o una liebre, que los propios de su especie. No podíamos pensar que un ejemplar de 110 kilos se encamara en unos arbustos de romero y tomillo”, sostienen.

Cambios en la densidad

Sin embargo, en la densidad de población se ha notado más y se han registrado cambios relevantes, sobre todo desde el repunte del 2014. “Antes teníamos valores que más o menos iban subiendo, pero en ese momento hubo un enorme salto cualitativo. ¿A qué se puede deber?

Ha habido cambios en el territorio, se han modificado los usos de la agricultura y la ganadería, y eso ha perjudicado a algunas especies y ha beneficiado a otras. El jabalí posee una capacidad de adaptación impresionante y también una de reproducción muy grande. Por tanto, si el medio lo favorece, tienen alimento extra y carecen de estrés y de depredador natural, proliferan”, concluyen.

Los datos avalan esta tesis. De una media de cuatro jabalíes por cada kilómetro cuadrado, se ha pasado a cinco, un incremento de un 25% en solo dos años. “Ahora mismo, estamos por encima de los 9.000 animales cazados y la tendencia de la población es al alza”, remarcan.

Seguir avanzando en el estudio

Por último, en Medio Ambiente afirman que su objetivo es controlar a un centenar de jabalíes, de los cuales a alrededor de 20 individuos se les coloque un collar, por lo que la frontera temporal del estudio aún estaría a falta de dos o tres años. “Y siempre, por supuesto, contando con la cooperación de los cazadores -añaden-, algo imprescindible. Hasta la fecha, hemos trabajado en el territorio en el que tenemos potestad, pero la idea sería que se pudiera extrapolar a cotos que quisieran colaborar en este análisis”.

Desde la FNC también dejan claro que los actores del ámbito cinegético son esenciales, ya que, por su función de custodios del territorio, aportan continuamente información relevante sobre las especies del medio natural. Asimismo, estiman que muchas sociedades de cazadores estarían dispuestas a participar en investigaciones de monitorización de especies en sus acotados.

En palabras de Aitor Merino, asesor de la entidad, “este estudio de jabalíes es todo un acierto por parte del anterior negociado de caza, ya que ha aportado información muy valiosa, pero no se puede decir lo mismo de otras áreas del departamento en cuanto a la divulgación al ciudadano de los resultados obtenidos”.

Fuente: Diario de Navarra

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