Hay días que es muy difícil seguir adelante.
Hay días que sólo se puede escribir desde el dolor más profundo.
Antonio Mata Huete nos ha dejado, se ha ido al club de los poetas buenos, de la gente buena que escribe sublime.
Renacentista, capaz de hacer muchas cosas muy diferentes bien, su verdadero oficio era el de escritor, el de poeta.
Oficio que ejerció con maestría.
Y esas dotes de escritor magistral fueron las que le llevaron a nuestro sector.
De Linde y Ribera a Jara y Sedal
Por el año 2003 trabaja en la imprenta y fotomecánica que editaba Linde y Ribera.
Antonio, al que, entre otras muchas cosas, la Historia le entusiasmaba, comienza a escribir históricos de caza en Linde y Ribera.
La calidad de sus escritos no pasa desapercibida al director de la publicación, José Luis Casado, y a su redactora jefe, Amparo Ampuero, entonces Antonio pasa de colaborador a redactor en 2004.
En 2006 se incorpora como redactor jefe a la revista Jara y Sedal.
Es entonces cuando comenzamos a trabajar juntos y se fragua una leal amistad, junto a la ‘tercera pata del banco’, Cesáreo Martín.
En esta etapa continúa demostrando su valía, no solo escribe romances o históricos, hace arte de una nota de prensa y escribe, por ejemplo, deliciosas crónicas de una montería, de visitas a una industria armera o de un día con Ismael Tragacete o Tony Sánchez Ariño, con los que le unía una gran amistad. Eso es algo que sólo puede hacer una pluma magistral.
También, se luce como fotógrafo y en el tratamiento posterior de la fotografía.
En Caza y Safaris – Caza Wonke y Cinegética
A principios de 2009 ambos nos incorporamos a esta casa, a la revista Caza y Safaris, realmente Antonio era su alma, era bastante más que el jefe de la redacción…
Tiempos maravillosos, compartiendo mucho, en la oficina, aquellos cierres hasta las tantas, en la mesa y en el campo, compartiendo músicas (era un melómano empedernido)…
Tomé yo otros derroteros profesionales en 2012, y Antonio asumió la dirección de Caza y Safaris y de esta página, Caza Wonke, llevando ambas a altísimos niveles de calidad.
Antes Antonio ya había comenzado su gloriosa etapa de escritor con el fabuloso Aires de gloria, valga la redundancia, en 2011, del que conservo un borrador como oro en paño.
Regresé a esta casa como asesor, de nuevo en tándem con Mata, hasta que editar una revista de papel tan especializada resultó imposible, tras el último número de Caza y Safaris impreso, Antonio decide dedicarse por completo a escribir, con su segunda obra, Baccanale (2015), ya en las librerías.
Por aquel tiempo, Amparo era la redactora jefe de Caza y Safaris y de Caza Wonke. Las ‘discusiones’ semánticas de dos eruditos de la talla de Amparo y Antonio eran deliciosas.
Ellos disertaban, yo aprendía.
Sin solución de continuidad, siguieron: Las palabras imposibles (2018), Ecos del desasosiego (2020) y, su último libro, Claveles rotos (2023).
Aunque el vínculo no se rompió, ya que desde entonces Antonio llevó prensa en la Asociación Española de Organizadores de Monterías (AEOM) hasta 2022 y el departamento de prensa de Cinegética, donde ha dejado también, como no podía ser de otra forma, una profunda huella por su bonhomía.
No se ha ido cualquiera, se ha ido alguien muy grande y significativo de este sector.
¡Cuánto dolor!
Me hubiera gustado, amigo Antonio, que estas palabras lentas, imposibles y escritas desde el desasosiego, hubieran estado a la altura que te mereces, que hubieran sido escritas con tu nivel literario, aunque eso, ciertamente, es del todo imposible, aunque sabes que salen del corazón.
Me quedo con que te has dedicado a sembrar amigos, que has dejado legión de gente que te quiere.
Nos has regalado años de mucha calidad, intensamente vividos, mas, no es consuelo.
Como dice tu hermano Jose, al que sabes que tanto estimo, «Antonio se implica en todo lo que hace».
Si consigo recuperar cierto sosiego, te aseguro que escribiré una crónica de uno de los muchos instantes que hemos compartido juntos, hay mucho que contar.
Seguirás entre nosotros, has dejado un legado imperecedero, maravillosamente escrito, pero somos multitud los que estamos destrozados, te has ido demasiado pronto, es algo muy injusto.
Aquí nos has dejado hechos puré, estamos desconsolados, desde el jefe, Marcial, a todos los demás: Jose, Moisés, Marcos, Ángel, Eduardo, Rosa, Rodrigo, Juan, Rocío, Kiara…
Así como a todos aquellos que compartieron ‘pupitre’ contigo –con nosotros– durante un tiempo, además de los ya nombrados, no me puedo olvidar de Alfonso, Luis, Vanessa, Álex, Natalia, Javier o Pepe.
Son ellos también los que escriben desde el dolor.
Qué puedo decir a tu mujer Carmen González y a tu hija Carmen, que son un cielo y a las que tanto aprecio, como a tus hermanos, José, Manuel, Julio y Ángel, a tus cuñadas, a tus sobrinos… nuestro más profundo pésame, y que aquí nos tienen para lo que haga falta.
Descansa en paz, «hermoso», sabes que se te quiere.
Adolfo Sanz Rueda y equipos de Cega Multimedia y Cinegética, sus casas,
un tristísimo 26 de marzo de 2024
