Vídeo mensaje de José Luis López-Schummer: «tenemos que ser solidarios»
Comienza, magníficamente, José Ignacio Herce estos ‘Coloquios de cuarentena’ más humanos con alguien de la talla y el prestigio de José Luis López-Schummer.
Todavía es pronto para poder evaluar las consecuencias humanas, económicas, sociales y medioambientales que esta pandemia que estamos viviendo tendrá a nivel nacional e internacional, pero, lo que sí está claro, es que ya nos está afectando de una manera directa a nuestra vida diaria y más allá, quizá a nuestro sistema de vida.
Desde estos ‘Coloquios de cuarentena’ solo pretendo hacer un breve acercamiento a algunos de nuestros amigos del mundo rural y ver su lado más humano, cómo están viviendo esta «experiencia» y, sobre todo, cómo creen que afectara a los diferentes sectores en los que se mueve cada uno de ellos.
Tiempo habrá más adelante para entrar en profundidad en las consecuencias, soluciones y responsabilidades, si es que existen.
Comenzamos estos coloquios con José Luis López-Schummer (JL), presidente de Artemisan, gran cazador y una persona de reconocido prestigio en su actividad profesional, y lo hago porque quizá desde la Fundación Artemisan nos pueda aportar una visión más global de la situación de nuestro mundo rural y su biodiversidad.
JIH: José Luis, antes de nada, ¿cómo estáis tú y los tuyos?
JL: Pues estamos bien por el momento, aunque siempre hay gente cercana que no lo está tanto.
Creo que en todas las familias tenemos algún caso duro y dramático… Esto es una locura que afecta a amigos y familiares, alguno de los cuales incluso ha fallecido estos días.
No obstante, es el momento de tirar entre todos hacia adelante, seguir trabajando, luchando y cuando esto pase vendrá el momento de llorar o de recordar, ahora no es momento de pararse sino de avanzar como país, en la medida que se pueda, claro.
«Es el momento de tirar entre todos hacia adelante, seguir trabajando, luchando y cuando esto pase vendrá el momento de llorar o de recordar, ahora no es momento de pararse sino de avanzar como país»
JIH: ¿Has sentido o sientes miedo a la enfermedad?
JL: Miedo o prevención creo que debemos tener todos, sobre todo cuando hablamos de una enfermedad especialmente virulenta y contagiosa como esta. Hay que tener cautela, prevención como digo y aislarse como nos recomiendan las autoridades sanitarias.
Esto no es una broma y, sobre todo, me preocupan nuestros mayores que además tengan algún padecimiento previo. Dicho esto, no hay que entrar en pánico, pero, sobre todo, no ser un inconsciente y seguir las recomendaciones sanitarias, insisto.
«Esto no es una broma y, sobre todo, me preocupan nuestros mayores que además tengan algún padecimiento previo. Dicho esto, no hay que entrar en pánico, pero, sobre todo, no ser un inconsciente y seguir las recomendaciones sanitarias»
JIH: ¿Qué fue lo primero que se te ocurrió cuando anunciaron la cuarentena?
JL: Me produjo una sensación de agobio y lo primero fue pensar cómo y dónde estarán mis familiares más cercanos; luego, la duda sobre si nos podrían faltar las cosas básicas, pero pasados unos días uno se va tranquilizando, vamos, que no entré en pánico y me fui a comprar papel de retrete (ríe).
«El anuncio de la cuarentena me produjo una sensación de agobio y lo primero fue pensar cómo y dónde estarán mis familiares más cercanos; luego, la duda sobre si nos podrían faltar las cosas básicas, pero pasados unos días uno se va tranquilizando»
JIH: ¿Dónde la estás pasando?
JL: Estoy en casa con la familia.
JIH: ¿Cómo afrontas estos días de cuarentena?
JL: Los días resultan bastante intensos porque los que tenemos niños en casa se suman al trabajo que tenemos que seguir desarrollando. Nos toca ser profesores, asistentas, cocineros… hacemos un poco de todo.
La verdad es que queda poco tiempo para pararse a pensar…
Digamos una vida normal dentro de la excepcionalidad que estamos viviendo. Aunque no quiero hacer publicidad, este está siendo para mí el mes de la Termomix que me regalaron en Reyes y le estoy dando un uso increíble (ríe).
JIH: ¿Esto no te hace pensar en que quizá este acontecimiento nos haga descender a una realidad que teníamos casi olvidada?
JL: Quizá sí. Me da la impresión de que hemos vuelto a un sistema de vida más tradicional por llamarlo así. Una vuelta a un modo de vida de hace cientos de años en que las familias vivían prácticamente asiladas moviéndose en un radio de acción muy pequeño. Quizá lo que hacíamos estos últimos años fuera algo excesivo y hemos vuelto a una realidad más austera, más en familia, volviendo a las viejas rutinas de la charla, el diálogo…
Me gustaría mucho destacar la solidaridad del pueblo español y sobre todo de la iniciativa privada, como, por ejemplo, la campaña que desde Artemisan hemos iniciado junto con la Real Federación Española de Caza para recaudación de fondos para Cáritas.
«Me gustaría mucho destacar la solidaridad del pueblo español y sobre todo de la iniciativa privada, como, por ejemplo, la campaña que desde Artemisan hemos iniciado junto con la Real Federación Española de Caza para recaudación de fondos para Cáritas»
JIH: ¿Qué es lo que más echas de menos durante esta cuarentena?
JL: Todo el cazador es obvio que lo que echamos de menos es salir al campo y sobre todo ahora que ya se ha dado el día mágico en que se abre la temporada del corzo, donde salimos a buscar ese macho que llevamos días e incluso meses siguiendo. Pero, bueno, es un paréntesis y no hay que irse mucho más allá… Hay muchas maneras de disfrutar como en tertulias como esta, con libros de caza y muchas cosas más.
JIH: ¿Cómo crees que afectará a nuestro rural en general esta pandemia?
JL: Mucha gente se va a replantear sus principios y se va a dar cuenta de muchas cosas que ya venimos diciendo desde Artemisan y desde otras asociaciones, entre ellas la importancia que tiene el campo para nuestra vida diaria. Se está comprobando como de la agricultura o la ganadería depende buena parte de nuestro abastecimiento alimenticio.
En nuestro país quizá el campo está menospreciado y circunstancias como esta harán que se valore más su importancia incluso en sociedades muy avanzadas.
Este periodo nos va a permitir valorar la importancia de esa España vaciada que nos está ayudando a llevar mejor esta dura prueba. Al igual que otros sectores, los agricultores, los ganaderos, guardas, etc., siguen trabajando también cada día.
«Este periodo nos va a permitir valorar la importancia de esa España vaciada que nos está ayudando a llevar mejor esta dura prueba»
JIH: ¿Estimas que la falta de «control» de cierto tipo de fauna puede producir daños irreparables?
JL: Creo que los daños que puedan producir las especies animales al no ser controladas, tipo jabalíes, corzos e incluso conejos, no justifican el no cumplir la cuarentena. Después tocará hacer un análisis de los daños y buscar la manera de compensarlos, pero no es ahora el momento, repito.
Eso sí, hay que tratar con toda dureza a esos furtivos que, aprovechando que las Fuerzas de Seguridad están ocupadas en otros temas, están recogiendo desmogues y realizando otras actividades propias de auténticos delincuentes, que es lo que son.
«Hay que tratar con toda dureza a esos furtivos que, aprovechando que las Fuerzas de Seguridad están ocupadas en otros temas, están recogiendo desmogues y realizando otras actividades propias de auténticos delincuentes, que es lo que son»
JIH: ¿Las posibles consecuencias de esta falta de control puede conseguir que se vea la caza como un instrumento de gestión verdaderamente necesario por parte de la sociedad?
JL: Puede ser, ya hemos comentado más de una vez que la sociedad española está compuesta de cerca de cuarenta y siete millones de personas, de las cuales habrá un millón que estaría manifiestamente en contra de la caza, lo cual es muy legítimo, otro millón que le gusta y la practica y quedaría un resto de cuarenta y cinco millones que no tienen mucha idea, y es a ellos a los que hay que explicarles que la caza no solo es legal, sino legítima y necesaria, que es una herramienta de gestión que además pone en valor al campo.
Lo que está claro es que donde no se caza las especies de fauna disminuyen, pongo el caso de Kenia, por ejemplo. Por el contrario, el exceso de poblaciones supondría superar la capacidad de carga del terreno, fomentaría la transmisión de enfermedades y un manifiesto desequilibrio medioambiental.
JIH: A tu juicio, ¿qué medidas se deberán tomar para reconducir esta situación?
JL: Hay muchas peticiones recibidas por las diferentes asociaciones como la Alianza Rural, APROCA o Artemisan que no son muy distintas a las de hace dos meses y que no lo serán a las de dentro de seis y que son básicamente las que tiene el campo español.
Si conseguimos que los problemas de nuestros campos lleguen a los foros de debate, a Europa y que se empiecen a tener en cuenta, me daría por satisfecho.
Hay que industrializar más el campo, darle ayudas, llevar la tecnología y así, quizá, frenaríamos esta despoblación que tanto nos preocupa. Debemos ver al campo como la solución de muchos de nuestros problemas, como se está demostrando ahora.
«Hay que ver al campo como la solución de muchos de nuestros problemas, como se está demostrando ahora»
JIH: ¿Empezamos a valorar la vida en el campo?
JL: Creo que sí, fíjate la cantidad de gente que en estos días ha vuelto al campo, ¿eso no te hace reflexionar? No quiere decir esto donde quisiéramos vivir si nos fuera posible y se contara con todas las posibilidades de comunicación, ocio, conectividad, etc., ¿viviríamos en las grandes urbes? Este éxodo de miles de personas al campo nos está diciendo algo… qué mejor que poder teletrabajar mirando al campo, ¿no te parece? (corroboro).
JIH: ¿Qué es lo primero que harás cuando esto acabe?
JL: En el minuto uno ir a dar un abrazo a mi madre, a mis hermanos y a la familia, en general; luego, me tomaré una cañita en algún bar con un poco de jamón y unas olivitas, y después, según sea la época, pues me iré al campo a cazar algún corzo o alguna esperita…
«Cuando esto acabe, en el minuto uno iré a dar un abrazo a mi madre, a mis hermanos y a la familia, en general»
JIH: ¿Saldremos de esta?
JL: Que no te quepa ninguna duda. Pero, insisto, es el momento de remar todos juntos hacia adelante.
Un placer realizar esta entrevista más «humana» que otra cosa a una de las personas en cuyas manos, a través de las diferentes organizaciones en la que está integrado, corresponderá realizar las acciones necesarias para conseguir minimizar los efectos que esta pandemia pueda causar a nuestro mundo rural.
Coloquios de cuarentena con José Ignacio Herce Álvarez
El próximo coloquio de cuarentena se publicará el viernes 3 de abril
Para leer ‘Coloquios de cuarentena’:
Introducción: PINCHAR AQUÍ