EL NOVIAZGO
Latido de perro,
mensaje de can.
Nervios de montero,
¿por dónde vendrán?
El novel montero se quiere morir
cuando rompe el monte ante su postura.
Los nervios recrecen y embota el sentir
negándole al joven resto de cordura.
De entre la maraña de brezo y de jara
surge como un rayo la fiera serrana
y detrás los perros que acosan y ladran
fieles a su instinto de cuna de caza.
De pronto la mano que dirige el arma
corre suavemente, con firme presteza,
logrando clavarle el plomo a la fiera,
que en gran voltereta rueda ya sin alma.
Y el joven sonríe y mira hasta el cielo.
Ya no tiene nervios, se siente montero
cumpliendo en los lances igual que su abuelo.
¡Va por ti, maestro, Señor que venero!