Panorama montero

Preciosa montería en Lomo de Hierro y Matallanas con Morales-Arce

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Preciosa montería en Lomo de Hierro y Matallanas con Morales-Arce Gestiones Cinegéticas.

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CRÓNICA

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José Morales-Arce –organizador– y Carlos Casilda –cronista– ante la preciosa montería que les esperaba en los Riberos de Lomo de Hierro y Matallanas.

En la mañana del pasado domingo 29 de enero, nos había dado cita Morales-Arce Gestiones Cinegéticas en Santa Marta de Magasca, para cazar las fincas de Lomo de Hierro y Matallanas.

Poco más de las ocho y media de la mañana, comenzaba el goteo de asistentes a la ubicación enviada a través de las nuevas tecnologías, y sorprendidos, los monteros iban acomodando sus vehículos para degustar el desayuno en un entorno idílico, con inmensos llanos donde se perdía la vista sin divisar una sola mata.

¿Dónde están aquí los jabalíes? Era la pregunta que los que no conocíamos la zona nos hacíamos una y otra vez.

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Lomo de Hierro y Matallanas, dos fincas preciosas

Es, esta preciosa finca de Lomo de Hierro, un paraíso construido por y para la caza menor, con una parte digamos, ‘más alta’, donde siembras y páramos constituyen un entorno propicio para la cría de la liebre y la perdiz.

Como decía, a pocos metros de la entrada de la finca estuvimos disfrutando de una inmejorable compañía, con amigos con los que hacía tiempo no coincidía en un día de montería y por supuesto con la incertidumbre de no conocer el cazadero, así, con la ilusión de un niño pequeño extraía la papeleta de la mesa, donde estaba escrita mi suerte.

El cuatro de la traviesa de Fran, tengo fijación con este postor.

 

Testeros de ensueño

La parte que íbamos a montear eran los Riberos estas dos preciosas fincas (Matallanas y Lomo de Hierro), situadas en término municipal de Santa Marta de Magasca.

Las aguas del río Magasca y su afluente el Tamuja, a lo largo de los siglos han erosionado con fuerza dando forma a su antojo unos profundos y bonitos meandros donde en las laderas de estos, los jabalíes encaman debajo de las tamujas, escobas, hiniestas, chaparras y acebuches, que es la vegetación dominante.

Estos profundos riberos ofrecen a los monteros, unos testeros de ensueño, donde los lances a los jabalíes hacen que sean en muchos casos a más de doscientos metros.

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Mucha ilusión

Con mucha ilusión, tanto propiedad como organización, habían comenzado a trabajar esta montería allá para finales de noviembre. Según exponía José Morales-Arce: «Da gusto trabajar con propiedades que su única prioridad es que los monteros disfruten lo máximo posible el día de la montería. Que tengan especial atención a la perfecta organización de la misma, y por supuesto se preocupen en tener tranquila la mancha y con comida de sobra para los animales. Desde el primer momento que llegamos al acuerdo con la propiedad de las fincas en organizar la montería, quedaron reservadas las cercas adyacentes libres de ganado al igual que las manchas. Quedando la montanera y los buenos y finos pastos de estas fincas en exclusiva para los animales montunos».

En total disposición a las manchas a cazar, la propiedad había puesto también al guarda de Lomo de Hierro, Alfonso Fernández, hombre que sabe moverse bien por esos barrancos del Magasca y Tamuja, además de entender y conocer a la perfección las querencias y preferencias de los astutos jabalíes.

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¡Vaya puestos!

Con toda esta buena disposición tanto por parte de la propiedad como de organización, se habían dispuesto los puntos a cebar y se había procedido con mimo a colocar las cintas donde irían situados los monteros en cada armada.

Un total de treinta y ocho puestos salieron entre las dos fincas repartidos entre once armadas.

¡Y vaya puestos! Todos naturales, muchos de ellos con impresionantes testeros los cuales hicieron las maravillas a los afortunados que ocuparon esas puertas.

Con toda la mancha y cercas linderas a las mismas muy marcadas por los jabalíes y los comederos siendo visitados todas las noches, encaraba la organización las últimas semanas a la montería con mucha incertidumbre.

¿Dónde se habrían encamado los cochinos?

Aún con muchos rastro de los guarros por todos sitios, la inquietud era notable en saber si encamaban dentro de los barrancos de las fincas, ya que que estos no tienen mucha fuerza de monte y si la encuentran en fincas linderas o cercanas como Gudalperalón o Pascualete.

Y en este punto nos encontrábamos ahora, partiendo en los todoterrenos hacia el cazadero, comprobando ‘in situ’ la abundancia de rastros frescos, de la noche anterior de jabalíes y de alguna res.

«¡Los corzos ni mirarlos!», insistía Pepe cada vez que partía una línea de puestos a la mancha.

Silleta en vez de testero

¡Qué preciosidad de finca!, las siembras y paramos, se habían convertido en un inmenso mar de encinas, con numerosos barrancones que iban a desembocar a los mencionados riberos.

Soñaba que mi puesto, fuera uno de esos de impresionantes testeros, pero no, me quedé a las puertas.

Al llegar a mi postura, era la última de la ‘silleta’ que conformaba la cumbre de un morrito, que separaba la dehesa de los riberos, no me desagradaba, con un tiradero más que aceptable y a priori, bastante fácil, con unas bañas muy tomadas y una vereda que me había enamorado.

Tiros antes de soltar, buena señal

Con todos los cazadores en las tablillas y antes de ordenar a las rehalas la entrada a los puntos de sueltas, los primeros disparos se escuchaban en el cierre, traviesas y en los barrancos más profundos del río Tamuja en la parte de Matallanas.

Detonaciones que nos tranquilizaban algo a organización y propiedad al entender que los guarros además de comer la bellota guardada para ellos en la finca y la visita a los comederos de cereal, también encamaban en estas.

‘Tropelía’ de jabalíes

Y es que todavía no se había colocado mi buen amigo Gutiérrez y familia en el seis, cuando ya disparaban en la armada contigua a la nuestra y casi al unísono, pude escuchar una gran ‘tropelía’ de jabalíes pegándose para avanzar en su huida.

Finalmente le cumplieron a Maricarmen que por un ‘problemilla técnico’ con su rifle no pudo ejercer lance y comprobaba como abandonaban el cazadero una pelotera de más de veinte jabalíes juntos.

La mancha estaba ‘sopada’ de caza.

El agarre

 

Más caza en Matallanas que en Lomo de Hierro

Con mucha más caza en Matallanas que en Lomo de Hierro la montería iba avanzando con un día perfecto en cuanto a climatología se refiere, soleado, casi sin viento y buena temperatura para cazar.

Detonaciones se iban escuchando por la gran mayoría de las armadas y las ladras y carreras de los canes sucedían de igual forma.

A algunos puestos que ocupaban los amplios testeros se les escuchaban descargar los cargadores de los rifles en un mismo lance.

Como el puesto de nuestro amigo Javier que gastó una caja completa de munición, cobrando tres jabalíes y otro que se le fue pinchado.

Otros como el de Ignacio, José Antonio o Andrés con dos y tres lances jugados a gran distancia con más o menos acierto en ellos.

Agarre en el río

 

Un zorro que ejerció de tal e intenso lance con una cochina

El primer lance lo tuve con un zorro, a los que no suelo perdonar, pero en esta ocasión me cogió arrecido de frío y con las manos en los bolsillos, el raposo me cogió ventaja y salvó su vida.

No me había dado tiempo a lamentarme, cuando se producía un agarre entre el seis y el siete, después de dos disparos del amigo Alejandro Muguiro, y con todo este pifostio montado me vi venir una cochina derechita por la vereda que tanto me había gustado, me preparé, pero para mi asombro, buscó lo ‘oscuro’ de unas ‘hijeras’ de encinas para romper a mi postura justo por donde estaba mi mochila, fue entonces cuando decidí apretar el gatillo a la vez que la jabalina quebraba para evitar llevarse por delante mis pertrechos, lo que me hizo errar ‘en parte’ el disparo, con la quinta puesta y quebrando, me fue imposible acertar en los dos disparos siguientes.

Abrí el cargador mientras un perro la daba a parado.

Debe estar pegada pensé, como efectivamente me corroborarían el agarre posterior de los perros que acudieron a la llamada de éste valiente y pudieron agarrar a la ‘morondonga’, que fue finada por un puesto de la otra traviesa.

Nuevo montero: don Alejandro Muguiro Moreno

Para poner la guinda al pastel, tuvimos la suerte de ver nacer a un muevo montero, Alejandro Muguiro Moreno ya puede demostrarlo.

Además aguanto con dignidad, elegancia y humor el juicio que por tradición conlleva el abatir su primer animal.

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Enderezando el rumbo

Con la desesperación de ambos fallos, presentó credenciales otra raposa que llevaba algo de prisa, por quitarse del medio y de una salve juró bandera en mi jurisdicción. Íbamos enderezando el asunto.

Ya con la montería apagada, y en el descuento, se presentó un jabalí que venía de zorreo, lo metí en el visor comprobando que su corrida iba derechita al puesto número cuatro, por lo que decidí no interceder en su camino, colándosele a padre e hijo que ya daban por terminado el sarao y siendo abatido finalmente por Guti en el seis.

Dificultad para cobrar

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Preciosa jornada montera y agradecimiento

Al final entre todos pudimos cobrar en una preciosa jornada montera un total de veintiséis jabalíes y  tres ciervas con un total de treinta y ocho posturas ocupadas.

José Morales-Arce Escrivá de Romaní ha querido «agradecer el gran trabajo del amigo Rafael, mulero que se desplazó desde su localidad cordobesa de Espiel para ayudarnos en la difícil tarea de sacar la caza de esos profundos barrancos. Esfuerzo que pagó con creces una de sus mulas que quedó totalmente fuera de juego en los barrancos de Matallanas. Esperamos, Rafael, que se recupere lo mejor y antes posible esa mula.

Gracias al guarda de la finca, Alfonso Fernández, por su gran trabajo antes, durante y después.

Gracias a los guías, equipo de postores, al magnífico catering de nuestro amigo Juan Antonio Cáceres (Catering Cáceres Pajuelo) y por supuesto a todos los monteros allí presentes.

En especial quiero agradecer a la propiedad el trato y la confianza puesta en mí en organizar su montería.

¡¡Gracias, gracias y mil veces gracias‼️».

Una crónica de Carlos Casilda Sánchez

Fotografías: Carlos Casilda y Morales-Arce GC / Videos: Morales-Arce GC

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DATOS DE LA MONTERÍA

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Organización: Morales-Arce Gestiones Cinegéticas y propiedad

Fecha: 29 de enero de 2023

Finca: Lomo de Hierro y Matallanas / Finca abierta / Mancha: Riberos

Hectáreas monteadas: 750

Sin cupo

 Término: Santa Marta de Magasca, Cáceres

Puestos: 38 / Rehalas: 21

Jabalíes: 26 (3 navajeros grandes)

Ciervas: 3

Algunos jabalíes cobrados

 

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