
El bar Los Camioneros, de la localidad pacense de Burguillos del Cerro, acogía en la mañana del pasado 2 de diciembre a los cazadores que se habían animado a acompañar a esta ‘familia’ que organiza como cada año una preciosa montería cochinera en la finca de Boyeros.
La Sierra, era la parte escogida para cazar, contando con una extensión superficial de aproximadamente quinientas hectáreas, con un monte de jaras apretadas, carrascas y encinas, con una orografía escarpada donde a los jabalíes gusta encamarse.
Hincapié en la seguridad
Con las ilusiones puestas en disfrutar de una estupenda mañana de caza, acudían los monteros a la cita donde Valeriano, Joaquina y Diego los fueron acogiendo, y tras un estupendo desayuno dieron las últimas indicaciones sobre el estado de la mancha, haciendo fuerza en la importancia de la seguridad a la hora de jugar los lances.
El sorteo fue rápido con todas las posturas encima de la mesa y no se demoró la partida de las armadas hacia el cazadero, primero los cierres de la Sierra, Cerro de la Fortaleza y la Pared de los Llanos, seguidamente de todas los demás para colocar la traviesa en última instancia.

Estrépito de caza al soltar
Ya desde antes de la suelta se habían contabilizado cinco disparos sueltizos, probablemente a algún zorro que a sapiencia de la que se avecinaba quería poner ‘viento en polvorosa’.
Doce menos cuarto, entran las rehalas al cazadero y se van posicionando a los distintos puntos de suelta, que en esta ocasión se iba a probar una nueva manera de ‘echar’ esta mancha.
Tras la orden por las emisoras abrían portones y comenzaba casi al unísono un estrépito de caza, ladras, disparos por doquier, que se sucedían unas a otras, carreras de un lado para otro adornadas con disparos que resonaban en todas las armadas, un estrépito que duró cuarenta minutos y ciento cuarenta detonaciones.
Más tranquilidad tras el frenético comienzo
A partir de la primera hora de caza, el ritmo bajó, con lances que se fueron sucediendo a medida que las rehalas iban barriendo los ‘despojos’ de encames que habían ido quedando tras el frenético comienzo de montería, donde aciertos y fallos se alternaban en suertes para los monteros.
Los jabalíes protagonistas
Los monteros no perdían atención a sus posturas, estaban asistiendo a todo un espectáculo montero, con el jabalí como protagonista.
El reloj pasaba las dos y media cuando se retiraban los cazadores de sus posturas, con monteros que se resistían a abandonar sus posiciones, algunos con seis lances y dos jabalíes cobrados, otros con cuatro lances y ningún jabalí cobrado.
Monteros afortunados y con puntería
Afortunado el amigo Fran con cuatro lances y cuatro jabalíes cobrados con un navajerete entre ellos.
Antonio Moriche que se hacía con otro buen jabalí, o el amigo Pedro con otro buen navajerete y un cochino fallado.
También tocó pelo el amigo Ángel con un navajero, al igual que Manuel Hernández con otro navajerete y Sergio ‘el Gato’ con otro, en fin, un día para el recuerdo con un magnífico ambiente familiar.
Magnífico día para los monteros en una preciosa finca extremeña, con una organización de diez
La caza, por lo dificultoso de la orografía, fue llegando a la casa muy despacio, por lo que la empresa de carnes no demoró comenzar su trabajo, dado que los jabalíes eran bastantes.
Al cortijo lograron sacarse antes de que cayera la noche treinta y ocho jabalíes, destacando seis buenas bocas, más otros cuatro que tuvieron que recuperarse en la mañana del día siguiente.
Sin duda un magnífico día para los monteros en una preciosa finca extremeña, con una organización de diez.
Crónica y fotografías: Carlos Casilda Sánchez
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Propiedad y Coto La Sierra
Fecha: 2 de diciembre de 2023
Finca: Boyeros / Finca abierta / Mancha: La Sierra
Hectáreas monteadas: 500
Localidad: Burguillos del Cerro, Badajoz
Puestos: 56 / Sin cupo / Rehalas: 12
Jabalíes: 42 (6 bocas)