Panorama montero

Entre amigos con la familia García en ‘Sierra del Calvo’

CRÓNICA

La familia García organizaba esta batida en la mañana del 21 de octubre. Con un día amenazando lluvia se desplazaban los Monteros del Tirititrán, amigos y allegados a Usagre, para disfrutar de un día entre amigos.

La mancha, muy pequeñita, mostraba gran cantidad de rastros de guarros, lo que hacía presagiar una buena mañana tras los cochinos.

Sobre las nueve, Moises García daba las últimas indicaciones a los asistentes, y comenzaba con el sorteo de las treinta posturas con que se iba a rodear la mancha y en la que se habían colocado algunos puestos de traviesa para hacer salir a los jabalíes de este espeso montarral de coscoja, jara y aulaga con acebuches que constituían el cazadero.

Tras ser nombrados, los monteros recogían su postura y un taco preparado por la organización para la ocasión, detalle que se está perdiendo en este tipo de cacerías.

Tras sortear a sobre puesto, es decir, con todos los puestos encima de la mesa, Moisés García, salió a la puerta del restaurante desde el que fue sacando una por una las armadas.

En suertes me tocó el tres del Cierre del Viento. Nombre que estaba puesto a conciencia dado que hacía un aire molesto que dirección a la mancha cortaba mi puesto. Aun así, y antes de soltar, justo cuando entraba la traviesa, un encame abandonaba el cazadero por mi postura, constituido por una jabalina, que llevaba nada más y nada menos que diez rayones para sorpresa mía y de Antonio García que ocupaba el puesto vecino, respetándola ambos.

Poco tardaría la raposa en seguir los pasos de los astutos cochinos y esta sí quedó inerte en mi postura.

Tras soltar fue la monumental de ladras y tiros pero la fiesta duró poco por la dimensión del cazadero. Las siete rehalas trabajaron a fondo pero no tardaron en echar de allí a los que encamaban en la zona rodeada.

Un buen guarro hizo de las suyas abandonando la mancha por el olivar, siendo errado por una de las posturas que veía como se salía toda una rehala con él, y cortando un montón de perros de las distintas rehalas.

Otro buen cochino plantó cara a los canes en la parte de la torreta, pero intentó la huida hacia la carretera donde fue abatido por uno de los monteros.

De esta manera, muy temprano estaban los cazadores disfrutando de la sobremesa con un cocido, comentando los lances con buen ambiente mientras se sacaban los jabalíes.

De esta manera, Víctor Infante contaba cómo le abatía un jabalí a cuchillo a los canes de Carlos Rubio nada más soltar, o el amigo Antonio García como abatía una inmensa cochina de certero disparo cuando le entraba zorreada en dos del Cerro del Viento, Urbano veía como una fugaz cochina atravesaba su postura entre Alberto Gutiérrez y él sin jugar lance ambos por prudencia, actos que son de agradecer y se ven cada día menos. Miki Morón ponía públicamente en venta su rifle y aperos de caza tras dos temporadas de sequía para cachondeo de los allí presentes, mientras Diego Sánchez-Mejías Rivero disfrutaba de su día, dado que había conseguido hacerse con el cochino de la jornada.

Con un ambiente jovial y entre amigos, se despidió esta batida de domingo en la que importaba más la reunión con los asistentes que el resultado final.

Crónica e imágenes: Carlos Casilda Sánchez

DATOS DE LA MONTERÍA

Organización: La propiedad (Familia García)

Fecha: 21 de octubre de 2018

Finca abierta: Sierra del Calvo

Hectáreas monteadas: 150

Término: Usagre (Badajoz)

Puestos:30 / Sin cupo / Rehalas: 7

Jabalíes: 14

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