CRÓNICA
El domingo 27 de octubre citaba Monteros de Siempre a sus socios para una buena jornada montera a las ocho en el restaurante Leo de Monesterio.Se cazaba La Víbora, finca muy bonita y peculiar y sobre todo querenciosa para las reses. Esta dehesa de alcornoques y encinas salpicada de pequeños manchones de jara con cerros muy pronunciados, hacen las delicias del montero ya que muchos puestos son tiraderos largos de testero y dan mucho juego con la caza.
Con puntualidad y a poco más de las nueve, Isaac Álvarez llamó a sorteo a sus monteros y tras una rápida ejecución se procedía la salida de armadas hacia la zona a cazar.
Disparos tempraneros
Sin llegar aún las rehalas los cierres más tempraneros comenzaron a romper el silencio con bastantes detonaciones ya que las reses a no ser una finca con monte apretado sólo con el ir y venir de los coches ‘salían que se las pelaban’. Y a así le pasó al montero Alejandro Rodríguez que pronto empezó con su juego de cartas y tuvo la suerte de llevarse varias manos en sendos lances junto a su hijo, consiguiendo abatir en el siete del cierre la vicaría tres bonitos venados.
Llegada la hora y con la entrada de las rehalas a la finca, justo antes de soltar se seguían escuchando las detonaciones. Concretamente en el cuatro del cierre Achintron, el amigo Nemesio conseguía hacerse con un precioso venado.
No tardaron en sonar ya las primeras voces de rehaleros y con ellas las primeras ladras. Ahora sí que se montó un buen tiroteo ya repartido por toda la mancha y posturas como en el número seis de la Traviesa del Barranco ocupado por Paco Gaspar donde conseguían cobrar algunas reses. En concreto y de gran belleza un venado que tras una larga ladra de los perros, éstos consiguieron metérselo en el puesto y abatiéndolo de certero disparo. ¡Bien para Paco!
Mucho calor
Seguía la mañana con bastante calor ya que no bajan las temperaturas para la fecha que estamos pero los perros y sus rehaleros hicieron incapié en sacar bien sus manos, levantando caza para las posturas como la de Antonio Casablanca, que también cobro un venado tras jugar un buen lance con mano diestra.
Avanzada ya la mañana las ladras se iban calmando pero aún daban juego las reservas y en el número tres del Cierre la Casa, Don Manuel Morales conseguía abatir un venado que jugaba al despiste con los perros en estos últimos momentos de la montería.
Llegando ya las dos y media, fueron sonando caracolas de recogida con el regreso de las rehalas a los remolques.
Tocaba ya vuelta a los coches por parte los monteros, y camino al cortijo de la finca para degustar una gran comida como nos tiene acostumbrados la Señora Antonia, que con mimo cuida cada montería que no falte de nada. Mientras, los postores y muleros hacían su trabajo sacando reses y cochinos abatidos de las distintas armadas.
Poco a poco se fue conformando un bonito plantel el cual se pudo contabilizar un total 17 venados algunos bonitos y 12 guarros con 3 bocas, a lo que hay que sumar varias ciervas como medida de gestión.
Tras las rigurosas fotos de los monteros se fue despidiendo la gente a espera del gran puente de noviembre, y disfrutar de otra buena jornada montera en el que Monteros de Siempre tiene prometido volver a disfrutar de una nueva jornada entre amigos y con buena camaradería.
Una crónica de Carlos Casilda Sánchez
DATOS DE LA MONTERÍA
Organización: Monteros de Siempre
Fecha: 27 de octubre de 2019
Finca: La Víbora / Finca abierta / Hectáreas monteadas: 800
Término: Monesterio, Badajoz
Puestos: 53 / Sin cupo / Rehalas: 18
Venados: 17
Jabalíes: 12 (3 con defensas)