'Sierra Hermosa', clásica de Monteros de Siempre - Cazawonke

A las ocho de la mañana del pasado 3 de noviembre se daban cita en la finca ‘Las Colonias’ para rematar el puente Monteros de Siempre.

Gran finca Sierra Hermosa, la cual en esta peña se le tiene mucho afecto ya que son varios años los que llevan cazándola y siempre con buenos números, infinidad de lances, buenos recuerdos y trofeos para sus monteros.

Después de disfrutar de unas deliciosas migas como tiene acostumbrados Antonia y su equipo de catering, se procedió al sorteo por armadas de la montería, el cual con su capitán Isaac Álvarez a la cabeza daba las últimas instrucciones y normas a los allí presentes y seguidamente marchaban los primeros cierres.

Tras confirmar estar cerrado el cazadero, partían el resto de armadas.

‘Sierra Hermosa’ se cerró con rapidez

Esta finca es lenta de cerrar debido a las dimensiones de la sierra y numerosas armadas que se montan en ella, pero tras una buena organización por parte del gran equipo de postores que tiene esta peña, se cerró con rapidez, consiguiendo que no se escaparan las típicas ‘pelotas de reses’ que suele tener esta mancha.

Todavía sin entrar las rehalas al cazadero comenzaron a escucharse los primeros tiros, como en el cierre de Las Minas que fue de los primeros en estrenarse, donde monteros como Sergio Gálvez conseguía hacerse con un bonito venado, rematando la mañana con un segundo venado.

Con la llegada de las rehalas al monte se procedió a la suelta, originando un sin cesar de ladras tras las reses nada más soltar.

Algunas armadas empezaron a disfrutar de lo lindo como las de la zona de la umbría.

Hay que mencionar que después de dos días de fuerte aire la caza se volcó en esta parte de la finca dejando la solana muchas partes con ausencia de animales, y no pudo dar juego a los monteros que allí se encontraban, mientras que a los de la parte contraria se les amontonaba el trabajo.

«Como debe ser»

Los lances se escuchaban por las emisoras, así se tenían noticias de que Manuel León en el 4 de la Traviesa Chica que consiguió hacerse con nada menos que con tres venados, puesto éste de los que quedan grabados para siempre en la memoria.

Así seguían los perreros y sus guerreros dando batalla en el monte moviendo caza, repartiendo suerte entre los monteros y puestos como el 5 de la traviesa de La Solana que ocupaba Diego Arto, conseguía hacerse con un bonito venado.

Continuaban las ladras y los perreros animando la mañana.

Así, Abel Galán en el 2 del cierre La Higuera, veía como sin poder disparar sobre ellos se le colaban hasta tres venados por una parte sucia de monte.

Pero la diosa Fortuna quiso que a última hora cobrara un venado que anteriormente había fallado su compañero de armada, disfrutándolo doblemente ya que cuando acabó la montería se procedió al riguroso pisteo por parte de los dos monteros, y al encontrar sangre tras el primero de los disparos se procedió hacer el típico juicio de sangre.

Algo tan respetuoso ancestral y norma de obligado cumplimiento para cualquier montero que se precie, vamos, «como debe ser», y adjudicándose al montero que hizo la primera sangre el venado como se dice en el argot montero.

Tras un fuerte apretón de manos y ambas enhorabuenas quedaron los dos satisfechos.

La montería todavía dio más de sí, con cazadores afortunados como Manuel Jiménez en el 2 de la Traviesa Chica, que cobró un gran venado.

También destacó Antonio Cotrina en el cierre de El Pegote que, rematando ya de vuelta las rehalas tras una preciosa ladra, cobró un bonito venado.

«Les quitó la vida sin desearles la muerte»

Ya tocaban las caracolas y cornetas de los rehaleros pasadas las 15:30 y se daba por finalizada la montería.

Destacar la rehala de JV Pestorejo que ponía el broche a un fin de semana afortunado en lo personal, agarrando un precioso macareno que vendió cara su vida hiriendo a varios perros, uno muy grave.

Cuando se le preguntaba a Venancio por el asunto contestaba con la frase de la famosa película de aguardos y que ha hecho suya, de «les quitó la vida sin desearles la muerte».

Ya en el cortijo de la finca mientras los monteros comían, iban llegando los postores y ayudantes con los carros cargados de reses.

Se conformó al final un bonito plantel de 19 venados, con tres muy buenos y uno para medir, siete cochinos, de los cuales había un buen navajero, completando el tapete varias ciervas de gestión.

Así, Monteros de Siempre ponía el broche final a tres intensos días de caza en este Puente de todos los Santos.