HACIENDO HUECO. CAZA DE UN CORZO SIN FUTURO
‘Haciendo hueco. Caza de un corzo sin futuro’, es un nuevo capítulo del canal de YouTube de Pablo Ortega (www.cosasdecorzos.com).
De nuevo se impone el mérito, ya que las imágenes fueron grabadas íntegramente por el autor en dos días de caza, con la única compañía de su perro Blitz.
El autor regresa a Soria, atalayando una tarde del pasado junio en busca de corzos. Una collalba le sorprende por su cercanía, mientras en la lejanía los buitres van llegando a su dormidero en los farallones.
«Blitz y yo teníamos faena» corzo sin futuro
Un añal y una corzuela salen de su encame e inician su careo vespertino… a lo lejos, surge una corza adulta «extrañamente» solitaria.
La corza deja de comer, levanta la cabeza y dirige su mirada hacia una zona más espesa, allí, muy oculto, se distingue un corzo «claramente macho», al que Pablo logra fotografiar.
Más tarde, en el despacho, ante las fotografías ampliadas en el ordenador, el corzo se muestra como adulto pero sin duda selectivo.
«Blitz y yo teníamos faena».
Señal de suerte corzo sin futuro
Una mariposa, inesperada compañera de rececho, fue una señal de suerte.
Tras una lenta aproximación, Pablo alcanzó el lugar desde donde iba a hacer la espera.
De repente, apareció muy lejos el pretendido selectivo, muy inquieto, desapareció rápidamente.
Una corza, seguramente la misma del día anterior, apareció entre el herbazal… Sólo quedaba «esperar, esperar y esperar».
Cuando de pronto, apareció de nuevo el macho adulto, ahora más tranquilo:
«Acabo de tirar un corzo. Yo creo que lleva el tiro en el codillo porque se ha quedado en una mata. Pero se me está poniendo el sol y el perro lo tengo un poquito lejos… así que voy a acercarme a ver si lo cobro».
Pronóstico confirmado: un corzo sin futuro
Pablo no tardó en cobrar el corzo, su trofeo confirmó el pronóstico:
«Lo llevaba dos días viendo en un territorio muy bueno y no sé qué hacia aquí, es un corzo de trofeo muy malo, es un corzo adulto, por la cara se ve que no es joven… es un corzo malísimo, es un corzo de quitar, casi no tiene rosetas, es un corzo de quitar».
El corzo dio mucho juego al cazador tras tres entradas, «era un fantasma que se escurría entre la hierba».
«Era un corzo adulto que ocupaba uno de los mejores territorios del coto, de hecho antes del confinamiento allí había un corzo de muchas mejores hechuras… por tanto, en esta zona tenía que haber un corzo mucho mejor, de ahí que lo haya considerado selectivo», comenta el cazador al día siguiente ante el trofeo.
Aprovechar su carne y de paso hacer un bien al coto, «mucho más no se puede pedir», concluye Pablo.