Ante la publicación en la prensa de ayer de titulares que apuntan a colectivos como los cazadores y los agricultores como posibles culpables del incendio ocurrido el pasado lunes en los municipios pontevedreses de Oia y O Rosal, la Federación Gallega de Caza, la Asociación de Caza Mayor de Galicia y los cazadores gallegos, en general, quieren hacer público su malestar contra aquellos que, sin una confirmación oficial y sin pruebas determinantes, vierten este tipo de acusaciones que dañan enormemente la imagen social de todo el colectivo cazador.
Los cazadores son los primeros interesados en que no se produzcan incendios forestales, pues, además de las graves consecuencias medioambientales que provocan.
«Con estas premisas los cazadores nos vemos doblemente perjudicados, sufrimos la desaparición de las especies cinegéticas y también la del espacio físico donde desarrollamos habitualmente nuestra actividad», afirma la Asociación de Caza Mayor de Galicia. «El compromiso de los cazadores no puede ser otro que el conservar el patrimonio natural gallego y así lo demuestran colaborando infinidad de veces en labores de prevención e incluso en la extinción de los fuegos forestales. Fuegos, que en estos días se convierten en una autentica lacra en Galicia y de la que bajo ningún concepto se puede permitir que culpen al colectivo cinegético», señala esta asociación.
Por su parte, la Federación Gallega de Caza (FGC) ha declarado que no es admisible culpabilizar con tal facilidad, y más cuando no hay bases fundadas, a ninguna persona y menos a todo un colectivo de una acción tan despreciable como la provocación de un incendio, generalizando y desprestigiando a un enorme grupo de personas por la posible acción de un individual o un grupo aislado de personas, que no tiene por qué representar a nadie. «La caza, y por tanto los cazadores, es uno de los colectivos más perjudicados por los incendios forestales, no obteniendo ningún tipo de beneficio ni a medio ni a largo plazo por tal acción. Al contrario, en los montes quemados no es posible cazar durante tres años, según establece el art. 44 de la Ley 3/2007 de Incendios de Galicia, modificado por la Ley 7/12, de 28 de junio, de Montes de Galicia. Aparte de la pérdida que supone para los cazadores, como amantes de la naturaleza que son, y como a cualquier otra persona, la pérdida de un espacio natural».
La Federación Gallega de Caza, en concordancia con su compromiso absoluto por la conservación de los montes gallegos, ha firmado este mismo año un convenio de colaboración con la Consellería do Medio Rural, para la extinción y prevención de incendios forestales. Mediante este convenio la FGC se compromete a informar y formar a los cazadores gallegos sobre las distintas medidas preventivas contra los incendios, e informar a la Consellería de cualquier situación que pudiese ser relevante con tal fin.
La FGC, como representante del colectivo cinegético en Galicia, quiere manifestar por tanto su malestar ante el mal enfoque que, bien desde los medios de comunicación, o bien desde los propios responsables de las investigaciones se está dando a esta situación, culpabilizando sin motivo a un colectivo que no sólo es uno de los grandes damnificados por los incendios si no también uno de los grandes comprometidos por evitarlos.
Desde la Asociación de Caza Mayor de Galicia se pide una rectificación publica de las manifestaciones realizadas, «puesto que suponen un gran perjuicio social y causan un daño irreparable a la imagen de todos los cazadores gallegos».