Adiós, Rafa, adiós. Por José García Escorial

Escribí un artículo sobre futbol en 2010 por el Mundial de Fútbol que ganamos en Sudáfrica, fue la primera vez que se publicó en una revista cinegética, en Caza y Safaris, un artículo hablando de fútbol, y ahora toca hacerlo de tenis y de Nadal.

Durante muchos años, como han reflejado en libros y en diferentes artículos varios cazadores, nos encontrábamos viajando en Canadá en nuestra popular Operación Oso de Primavera durante la final de Roland Garros que siempre ganaba Nadal, apenas veíamos alguna imagen de modo breve en alguna de nuestras paradas en carretera antes de llegar a destino.

adiós. Por José

Dos finales de Roland Garros completas

Solo años más tarde pude ver dos finales completas. La primera de ellas contra Dominic Thiem, volvíamos de cazar elefantes de Tjolotjo o de Amandadamela, y mi contacto me preguntó por el hotel que deseábamos para pernoctar en Bulawayo, y le dije, que cualquiera que tuviera televisión que se pudiera ver la final de tenis de Roland Garros. Una vez en el hotel puse la tele de mi cuarto, y no se veía, no funcionaba, me fui a la recepción, era domingo e imposible repararla, por lo que me recomendaron ver la televisión del lobby, así lo hice, y allí yo solito vi jugar el mejor set que nunca vi de Nadal, le salía todo, y no creo que su rival pudiera sobrepasar la decena de puntos a su favor en todo ese set.

La segunda oportunidad de ver la final del Open de Francia, fue la última, estaba en Paoland, y me acerqué para la comida dominical en casa de Barry. Después de comer me puse a ver la tele, ante el asombro de todos cuando les dije que no saldría de caza por la tarde, y que no me movería hasta ver la final del ultimo Roland Garros que disputó, y ganó, Nadal.

También la final del Open de Australia

La primera victoria de Rafa en Australia la vi en un hotel de Skopje de madrugada, cuando tenía la exclusiva de la caza en Macedonia y estaba allí inventando y preparando la caza de los lobos, que tantas satisfacciones nos dio. La ultima victoria de Nadal en Australia la medio pude seguir en Salt Lake City, volvía con Fran de cazar carneros en México, por mal tiempo durante un par de días estuvimos dando tumbos de aeropuerto en aeropuerto.

En alguna ocasión coincidí con el gran Manolo Santana, destacando que su auténtico y gran seguidor era Rafael Nadal, creo que era de su agrado la comparación.

Y otros torneos…

Mi pobre y malogrado hijo no pudo apenas disfrutar de la carrera de Nadal, yo opinaba hablando de nuestro incomparable tenista que su carrera sería muy corta, estuve muy mal inspirado como profeta, debido a que yo le consideraba con exceso de masa muscular para ser longevo en el tenis.

En Thabana después de cazar elefantes en el Delta del Okavango, a media tarde en la hora de la siesta de nuestros cazadores, solo delante del televisor disfruté viéndole ganar varios Montecarlo, Roma, Godó… y alguna vez lo pude ver en directo en Madrid, la realidad es que mi calendario cinegético siempre ha estado reñido con el seguimiento de los acontecimientos deportivos de cualquier tipo.

adiós. Por José

«Allí arriba, donde todo es luz, nos cuidan. Muchas gracias, hijo mío»

En muchos artículos escritos por mí, ya sea en las difíciles cumbres asiáticas, como en las sabanas africanas, o en las complicadas cacerías de Norteamérica, cuando las cosas se complicaban solía poner «¡Vamos, Rafa!», aunque en realidad era un recurso literario, porque la verdad es que en esos momentos comprometidos procuro no venirme abajo, y suelo mirar al cielo pidiendo ayuda, después en la hora del triunfo me gusta levantar los brazos abiertos dando las gracias a los muchos que allí arriba, donde todo es luz, nos cuidan. Muchas gracias, hijo mío.