Al Toyota Land Cruiser le salió un ruido sospechoso, y en el taller de ruidos sospechosos me dijeron que era el árbol de transmisión, para los no versados en la mecánica del automóvil es lo que une la caja de cambios con la rótula que a su vez mueve los palieres que hacen girar las ruedas.
En definitiva si te quedas sin árbol, te quedas sin sombra, sin frutas y tirado en la carretera.
Para dejar el coche ‘perita’ necesitaban dos días, quizás tres; pero yo no disponía de ese tiempo, y realicé una estúpida y cara pregunta: Tengo que hacer unos tres mil kilómetros, ¿aguantará?
Pasados 2.327 kilómetros, adiós al árbol de transmisión…
Pues solo aguantó 2.327, y me quedé a 180 kilómetros de Bloemfontein y a 780 del taller donde tenía una cita a la que no pude asistir.
El ruido al soltarse el árbol de transmisión es tremendo, y le dio además tal meneo al cárter que no lo rompió porque este coche es bastante tanque.
492 kilómetros antes dejaba en el aeropuerto de Johannesburgo a dos amigos, de los que uno experto en el mundo del motor, al despedirme me dijo: «No creo que llegues a tu casa de Paoland». Y acertó.
Tirado en la noche sudafricana, grave pero sin dramatizar
Te quedas tirado en Sudáfrica, y es grave pero sin dramatizar la situación, es la tercera vez que me ocurre, la segunda en solitario y de noche.
Consigue grúa, y el dinero en cash para pagarla, y podrás dormir en el motel de Bloemfontein, aún me quedan 580 kilómetros hasta mi casa.
Gestiones fáciles de escribir, pero no tan sencillas de realizar, por ser primeros de mes los cajeros automáticos están vacíos y tenemos que ir a tres diferentes y el ‘gruero’ grueso no colaboraba en absoluto.
La avería es gorda me confirman en el servicio oficial de Toyota a la mañana siguiente, y además no tienen repuestos. Pues a buscarse la vida en otros tallares, es lo que toca.
Amigos en medio mundo
Pierre, mi contacto en la zona para caza menor, me recoge en el taller y en su casa; esto de tener amigos en medio mundo, o quizás en el completo orbe, es muy agradable.
Quiere ir a cenar Pierre fuera de su domicilio, no hay nada listo en su casa, pero como se que anda liado preparando las tiradas de gansos, y que a las cinco de la mañana saldrá para revisarlas, pues organizo un aperitivo/cena español con queso manchego curado, un fino chorizo picantito que calentamos un minuto en el microondas, otro imperial cular salmantino aunque es de Zamora, y rematamos con lomo, para empujar una chapata de pan caliente, y me llevo a la cama dos botellas de agua, porque el reseco nocturno será importante con lo que nos hemos metido entre pecho y espalda.
Dos Berettas y cartuchos J&G de Excopesa…
Con tantos incidentes a ver si pego ojo, además mañana salgo del banquillo que me tiene sometido este oficio de la caza, y tendré todo el día para mí, que espero que sea una fiesta de disparos y de cabreos por la cantidad de pájaros que, seguro, voy a marrar. En esto de la escopeta si no estás puesto, estás abonado sin solución a un continuo berrinche.
Tengo dos Berettas de cuatro tiros y cartuchos J&G de Excopesa, y que empiece la fiesta…
Por José García Escorial
Estado Libre de Orange, Sudáfrica, Julio de 2023
Safari Headlands – José García Escorial
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